Only love can hurt like this - [ Flamantha ]

CUARTA PARTE - 12:00h.

12:00h.

Sam fue con ganas a clase de Andrea, a pesar de llegar tarde.

La profesora les dedicó una mirada de reprimenda y ambos se disculparon después de darle dos besos y sentarse juntos en las sillas que quedaban vacías junto a sus compañeros. Ya habían colocado una silla vacía justo frente a ellos porque lo que tocaba hoy, según les había anticipado la propia Andrea la semana anterior, era un teatrillo, una simulación de cómo sería su salida al mundo real y el primer contacto con la prensa.

Samantha intentó concentrarse: seguía sintiendo un audífono como sumergido en agua y estaba más que segura que debía habérsele mojado el día anterior sin darse cuenta, y aunque no era algo catastrófico, sí que era molesto. El otro aparato parecía haberse ajustado por fin a su oído y durante los primeros minutos de la clase no volvió a escuchar voces extrañas.

Las primeras en hacer el juego fueron Anajú y Maialen, pues eran las dos últimas nominadas del concurso y la dinámica de las clases siempre funcionaban así. Maialen quizá menos, pero Anajú había sabido comportarse y salir airosa ante todas las preguntas que sus compañeros le habían propuesto, algunas con muy mala baba, pues la prensa no siempre iba a ser condescendiente con ellos.

Cuando pasaron ellas dos, Sam prácticamente saltó de su asiento como voluntaria. Tanto Gèrard como Flavio rieron, Nia se quejó que ella también quería y luego nunca había tiempo y antes de que hubiera lugar a discusión, Sam ya estaba sentada en la silla frente a los compañeros y poniendo su mejor cara de ganadora.

- Bien, Samantha - comenzó Andrea. - Vamos a suponer que has resultado ganadora del concurso.

- Hombre, por supuesto - dijo la chica, ajustándose la coleta. - Qué duda cabe.

- Ponte en situación: llevas tres meses incomunicada con el mundo, la gala final fue anoche y después fue la fiesta de despedida. Os han dejado dormir en la academia a los cinco últimos por última vez pero también habéis bebido alcohol por primera vez en tres meses así que cuando llega la mañana siguiente y tienes que enfrentarte a tu primera entrevista como ganadora, resulta que has dormido tres horas, sigues con resaca y todo el mundo quiere saber cosas sobre ti.

- Maravilloso - contestó ella, cruzando una pierna sobre la otra, disfrutando con la situación. - Les puedo dar los buenos días, ¿no?

Durante los primeros minutos, ninguno se lo tomó muy en serio. Samantha entró muy bien en el papel, aunque ni siquiera era una interpretación porque ella era así y sus reacciones eran algo que verídicamente podría pasar en la vida real, y después de un pequeño toque de atención por parte de Andrea, los compañeros entraron en su papel de periodistas y ella de ganadora.

Gèrard preguntó en qué pensaba invertir el premio en metálico que da el programa, a lo que ella, muy diplomáticamente, contestó que les daría una parte a sus padres para "tapar agujeros" como en todas las familias, y que el resto iría integro en seguir con su formación.

- ¿No te has planteado donar una parte a alguna organización benéfica?- sugirió Anajú.

Samantha se encogió de hombros y escuchó a Flavio reírse y murmurar "por supuesto que no".

- Pues la verdad es que no - reconoció. - Está muy bien que me abras esa posibilidad pero es algo que no contemplo. Cuando estaba en la academia siempre pensaba que jamás podría costearme una formación como la que nos daban allí, y si no fuera por el premio, seguiría sin poder pagármelo, así que lo voy a invertir en mí.

Volvió a encogerse de hombros y miró a Andrea, que asintió con la cabeza y se situó junto a ella para añadir un apunte.

- Está muy bien. No puedes ser políticamente correcta todo el rato, y mucho menos cuando ya hemos visto aquí que no tienes filtro. La gente no se espera que respondas, por ejemplo, que donarás todo a una ONG, porque no es tu rollo. Y si finalmente lo haces, no es algo que sea necesario pregonar. Seguimos.