11:58h.
La entrevista con los medios duró apenas una hora.
Para cuando quisieron darse cuenta, ya les estaban retirando el cinturón con la petaca del micrófono y pidiéndoles por favor que regresaran al edificio de la academia para recoger su equipaje. Los primeros quince minutos de ella habían consistido en datos técnicos de audiencias, que a la prensa parecían interesarle mucho, y por alguna razón, parecía interesarles más aún que hubiera sido la edición menos seguida de las tres últimas. Parecía como si quisieran meter el dedo en la llaga, y pudiera ser que a Tinet la caída de las audiencias le doliera en el alma, o en el bolsillo, pero para ellos cinco, sentados juntos en un banco elevado detrás de Tinet, Noemí, Pablo y más gente que no conocían, el verdadero OT no se había retransmitido en un veinticuatro horas ni habían sido tres horas en prime time cada lunes, había sido una experiencia global como sabían que no iban a volver a vivir nunca.
Mientras les maquillaban y peinaban prácticamente a los cinco a la vez, Pablo Wessling les explicó la logística de lo que ocurriría después de la comparecencia con los medios; cada uno regresaría a casa en diversos medios de transporte: Gèrard y Nia, evidentemente, serían trasladados al aeropuerto del Prat donde Nia tenía un vuelo a las cinco y media de la tarde y Gèrard a las ocho. Maialen, Samantha y Flavio, por otro lado, irían juntos a la estación de Sants, desde donde saldría un tren para Pamplona y otro para Alicante.
Les habían informado de que sus familiares viajarían con ellos, aquellos que habían asistido a la gala como apoyo para los finalistas. Habían dormido en Tarrasa y el programa se encargaba de costear el regreso a casa de todos. Así que Flavio regresaría a Murcia con Lola y Bea, Samantha con Juan y Débora, y Maialen con Gorka y su aita.
Todo estaba cronometrado y perfectamente medido y orquestado. No era necesario correr, pero tampoco había tiempo que perder.
Las despedidas con parte del equipo fueron rápidas y formales, como si fueran un mero trámite. Escucharon a alguien decir que las maletas ya estaban en los coches, y aunque dijeron coches, al salir del plató comprobaron que se trataba de minibuses.
Se trataba de dos transportes diferentes, como era de esperar, porque no tenía sentido repartir gente por media Barcelona en un mismo vehículo.
De un minibus de doce plazas que prácticamente parecía una furgoneta, salieron los familiares de Nia y las hermanas de Gèrard, que también viajarían con ellos en los respectivos vuelos. Se abrazaron cada uno a los suyos e hicieron ciertas presentaciones formales, aunque ya se hubieran presentado entre ellos.Ni Nia ni Gèrard tenían demasiada prisa por irse, pues su vuelo salía bastante más tarde que los trenes del Team Valencia, cuyo transfer llegó paradójicamente más tarde de recoger el equipaje del parking de la academia al parking del plató. Un minibus negro con letras en rojo apareció en el parking del Parque Audiovisual y de él bajaron el resto de familiares.
Lola parecía mantener una conversación muy interesante con Juan, y al verlos, Samantha sólo pudo pensar si su padre le estaría dando ya el coñazo con los palomos. Gorka, Bea y Débora bajaron también juntos, riéndose.
El Team Valencia se miraron entre ellos, comprobando que sus familias también habían hecho migas. Cuando se dieron cuenta de que los chicos estaban allí esperando el transporte, cada hermana salió corriendo para abrazar a su respectivo, y en un abrir y cerrar de ojos, Flavio comprobó que tenía a Bea encima porque su pelo largo y rizado no le dejaba ver nada mientras le gritaba al oído lo orgullosa que estaba de él y lo contentos que estaban todos en Murcia de que hubiera sido casi ganador.
Débora, algo más serena, cogía a su hermana de la cara y las dos hacían esfuerzos por no llorar, los mismos ojos claros pero facciones distintas mirándose cara a cara con espléndidas sonrisas de orgullo y alegría.
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Only love can hurt like this - [ Flamantha ]
FanfictionSamantha descubre que de la noche a la mañana puede leerle el pensamiento a Flavio. No sabe cómo, ni sabe por qué, pero puede. Historia concluida.