Only love can hurt like this - [ Flamantha ]

DECIMOSÉPTIMA PARTE - 23:45h

23:45h.

A Samantha le gustaban los focos.

No era ningún secreto y saltaba a la vista que se encontraba cómoda siendo la protagonista del momento, pero lo mejor que tenía la chica era su naturalidad. Nada de lo que hacía era forzado. Su risa era verdadera, sus ocurrencias no eran rebuscadas o forzadas, sus momentos de hacer el tonto cuando se caía de sueño e incluso sus borderías eran genuinas. Lo único que había fingido en ese concurso había sido confianza a la hora de bailar, pues era un tema conflictivo para ella y sólo era capaz de sacarlo adelante fingiendo pero sin creerlo.

Por eso, cada vez que aparecía en cámara, empezaba el show, porque ella era así. Tenía ese carisma, y eso es algo con lo que se nace.

Se sentó junto a Roberto y le vio sonreír. Flavio acababa de hacer una interpretación espectacular pese a que nadie daba un duro por él y ahora era su turno. Ella era la encargada de cerrar las actuaciones individuales en las que pujaban por meterse entre los tres finalistas, y cuando el público dejó de aplaudir y comenzó su entrevista, la valenciana no podía estar más relajada. Tanto, que incluso Roberto lo percibió.

- Muy buenas noches, Samantha. ¿Te veo muy tranquila, puede ser?

- Lo estoy, Roberto. Lo estoy.

Entrelazó las manos sobre su regazo y le sonrió. Estaba vergonzosamente guapa.

- ¿Ni un ápice de nervios sobre lo que pueda pasar esta noche?

- Pues no – corroboró, de manera tajante, como siempre. – Como dice Maialen, ¿qué es lo peor que puede pasar? Ya hemos llegado hasta aquí, ya no podemos ganar más.

- ¿Estarías igual de contenta si ganara alguno de tus compañeros?

- Es que yo tengo asumido que yo no voy a ganar.

El público se le echó encima, y empezaron a corear “Samantha ganadora” para rebatir su opinión hasta que Roberto consiguió acallarlas y poner orden.

- Tienes un buen club de fans aquí que no piensa igual que tú…

- Ya, y yo lo agradezco, de verdad, un montón. Pero yo sólo quería venir a Operación Triunfo a aprender todo lo que pudiera, y es lo que he hecho – Roberto quiso añadir una cuña, pero la chica habló por encima. – Me voy contenta porque me voy de las últimas, eh. Si me dijeras que mañana hay clases y que no puedo ir no estaría tan tranquilita.

- Tú lo que querías era aprovechar al máximo el tiempo en la Academia.

- Exacto.

- Esta semana hemos visto cómo te emocionabas en varias ocasiones ensayando tu canción.

Samantha suspiró.

- Sí, porque ha sido una semana un poco rara… Es difícil estar en un sitio sabiendo que ya te queda poco tiempo, es como vivir en una despedida continua, y la canción que escogí también consigue que me replantee muchas cosas… Fue todo un cúmulo. Pero ha sido una semana muy bonita.

Las entrevistas de Samantha eran las únicas en las que hablaba más el concursante que el presentador, y Roberto casi lo agradecía, agradecía que alguien le diera juego, entretuviera al público y no tuviera que sacarles las palabras con cuentagotas para obtener sólo monosílabos.

- Hemos visto también que esta noche vas a tener contigo en el escenario a un músico de los pies a la cabeza…

Samantha frunció el ceño.

- No, va a tocar Flavio el piano.

Roberto y el plató entero estallaron en carcajadas.

- ¿Y tu compañero no te parece un gran músico? – preguntó Roberto, aguantando la risa.