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Las llamas de la chimenea se reflejan en los ojos verdes del pantera, del tal manera que el fuego parece crepitar dentro de ellos, como las llamas del infierno, ardientes en furia, esperando a quemar vivo a cualquiera que estuviera en su camino. Namjoon se deleito con la imagen furibunda del felino, tan salvaje, lleno de calor, tan lleno de vida.

No había sido su intención el no responder, eso simplemente se debía a la imagen del Rastreador que delante de sí se alzaba altivo, furioso, totalmente encantador. En cuanto puso un pie en el suelo, dejó atrás todo el miedo que en un segundo sintió al despertar en un lugar desconocido, su cambio fue tan repentino que incluso Namjoon se cuestionó la veracidad de lo que sus fosas nasales captaron. El terror debajo de su piel tan viva arrastrándose bajo la superficie se encontraba recorriendo sus venas y en un segundo esta se esfumó tan rápido como apareció.

Ahora tenía a un pantera a punto de sacar las garras y pelear a causa de su silencio y aunque eso le resultaba interesante no deseaba tener una pelea con el Rastreador, al menos no en ese momento, no cuando tenía el conocimiento de que sus fuerzas estaban lejos de ser lo que en realidad eran, a esas alturas apenas debería tener las fuerzas suficientes para mantenerse en pie. 

-En mi hogar por supuesto-Contestó con la tranquilidad que lo caracterizaba.

-¿Cómo es que hizo eso?-Pregunto Jin curioso, pues sabía de algunos Soberanos poseedores de ciertas habilidades, sin embargo nunca tuvo el privilegio de ver a uno hacer alarde de su habilidad tan abiertamente. 

-Es un don. 

-Y el ser desesperante supongo que es otro de sus dones. 

-No me tiente Rastreador, soy benévolo pero le sugiero no presionar mi buen carácter-La voz de Namjoon se tiñó de una amenaza no dicha en todas sus letras. 

Pese a la amenaza de Namjoon, Jin decidió arriesgarse, nunca antes vio a un vampiro furioso y fuera de sí, en ese momento el sentimiento de ser indestructible caló en su interior diciéndole que ningún ser en la tierra  sería oponente para sus sentidos y para su entrenamiento, pero el que que estuviera en un lugar el cual no sabía dónde estaba exactamente hizo a su cabeza volver a sus sentidos inmediatamente, rectificando su idea de ser lo suficientemente adecuado como para salir de ese sitio con vida después de provocar deliberadamente a un Soberano y más aún cuando sus energías apenas lo mantenían en pie.

-Ahora, sobre la ubicación exacta de su hogar...-Esta vez su voz se tiñó nuevamente de un tono profesional, pidiendo lo más amable que pudo la dirección donde se encontraba.

Jin nuevamente se reprendió por ser tan susceptible al vampiro, por lo cual decidió reprimir todo sentimiento de su sistema, los cuales sin previo aviso se habían presentado en todo momento en el cual conoció a Kim Namjoon, eso no volvería a pasar se dijo por segunda vez, ahora estaba más que decidido a cumplir esa promesa. 

Por otro lado Namjoon deseaba con el alma enseñarle al felino a pedir disculpas por su mal comportamiento, pero no era tiempo para eso, pues pudo observar el cambio que tuvo el pantera al cambiar su tono de voz a una más fría y distante. 

-Nadie fuera del aquelarre sabe la ubicación de mi hogar-Respondió a su vez en un tono plano y frío, tomando la misma actitud de su invitado. 

Pese a un sentimiento de pérdida Jin no retrocedió, no sucumbió al reflejo de su cuerpo de alejarse un par de pasos hacia atrás y es que las palabras del vampiro llegaron como una bofetada directo a su rostro. Hasta ahora no se había dado cuenta de la familiaridad con la que lo estuvo tratando desde el inicio. 

-Acompáñeme por favor-Pidió Namjoon amablemente mientras se dirigía a un par de puertas dobles de madera y cristal.

Solo cuando el vampiro se alejó lo suficiente Jin percibió mucho mejor la habitación donde se encontraba, las paredes crema decoradas con molduras negras le daban un aire elegante al estilo rococó, la chimenea que se hallaba frente a la cama era una obra de arte, tallada en roca, con molduras tan bien talladas, que las rosas que se enredaban parecían reales y no talladas, todo completamente blanco, a su alrededor la madera lo abrazaba tiernamente que parecía ser  uno solo con la roca. había tanto sentimiento en tan elaborada chimenea que Jin no pudo quitar sus ojos de ella, sin embargo unas pequeñas luces tintineantes lo hicieron elevar la vista donde el más hermoso candelabro que había visto colgaba del techo.

No estaba seguro que es lo que sucedía en ese momento, tal vez era la decoración, los muebles tapizados con seda negra, la enorme cama con dosel de sábanas blancas cubiertas parcialmente con cortinas transparentes o todo aquello combinado y mezclado con el perfume del vampiro hacía que quedara deslumbrado. Ya había visto un millón de habitaciones como esa en el pasado, incluso una más elegante que otra pero esta era diferente, parecía tener vida propia, las paredes parecían susurrar secretos, el calor parecía tener tentáculos atrayentes por todas partes. 

-Rastreador-Aquella voz susurrante cargada de cientos de promesas calaron en su interior y ahí por primera vez, quiso oír esa voz diciendo su verdadero nombre.

Ya sin poder soportar el ambiente de esa habitación, atravesó las puertas de cristal tan rápido como pudo alcanzando al vampiro que ya se encontraba en el pasillo esperando por él.

 En todo el recorrido hacia la planta baja no pudo tener contacto visual con esos ojos sangrientos, pues en todo momento se mantuvo desviando su mirada en cualquier objeto que alcanzara a ver, todo con tal de no cruzar accidentalmente con aquello ojos intensos que hacía a su pantera querer saltar, o bien para escapar, o para acercarse aún más. 

Jin fue llevado por el vampiro por toda la casa hasta llegar a un corredor cuyo interior distaba mucho de la toda la demás decoración. Cada habitación, corredor o sala de espera parecía ser proveniente de antaño, del interior de un castillo, las obras de arte estaban en cada rincón deleitando con su belleza a todo aquel que quisiera mirar. Las lámparas  hechas del material más delicado y seguramente costoso alumbraban todos los pasillos con una luz tenue. Jin ya estuvo en un castillo antes, sin embargo el mismo sentimiento que tuvo en la habitación se extendía por todas partes sin importar donde fuera. 

Una vez ambos estuvieron dentro del corredor Jin percibió un cambio tan radical que tuvo que retroceder un paso antes de adentrarse más en el interior de aquel pasillo que era alumbrado por pequeñas lámparas de aceite empotradas en los muros de piedra. Aquel paso que dio hacia atrás por suerte fue pequeño y el vampiro lo tomó como un tropezón por lo que amablemente pidió que tuviera cuidado al caminar. 

Al adentrarse cada vez más por aquel largo pasillo Jin tenía la sensación de escuchar murmullos agónicos provenientes de todas partes, sus fosas nasales detectaron el olor indiscutible a sangre humana, además de otros aromas que le decían con qué ropas aquellos humanos habían sido llevados, el moho de algunas prendas le dijo que algunos aromas ahí impregnados distaban de muchos años, no eran recientes, sin embargo la sangre era reciente. en algún momento del camino estuvo a punto de salir de ese lugar a toda carrera pero no lo hizo, siguió caminando con cada paso más decidido que el anterior. 

Solo diré que se pondrá bueno en el siguiente capítulo.

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EL RASTREADOR ( Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora