EL RASTREADOR ( Namjin)

28💗

Saben usualmente no soy muy cariñosa pero me alegra saber que con ustedes si puedo serlo.

Bajo la titilantes luces artificiales del salón los ojos de Jin brillaban al estar frente al vampiro, que pese a encontrarse con sus labios en una fina línea sus ojos decían todo lo contrario, tan cálidos que lo dejaron en un estado de plena dicha al verse reflejado en ellos. De vez en cuando la copa en cuyo interior se hallaba un líquido carmesí viajaba a esos labios que momentos antes lo besaron con una pasión descarnada dejando tras de sí el brillo del vino en ellos. Sin darse cuenta en ocasiones se hallaba embelesado en ese rostro duro que no reflejaba ni un atisbo de sentimientos. 

Los minutos del reloj siguieron su curso con lentitud al igual que la música que los rodeaba, mientras Jin y Namjoon sumergidos en una conversación de lo más natural dejaron atrás todas sus preocupaciones volviendo los murmullos a su alrededor a un ruido sin sentido. 

-...entonces Solar simplemente cayó de la bicicleta, para cuando fui a levantarla estaba sin un diente… se enojó mucho conmigo, ¿quien diría que una pequeña niña de 6 años podría pegar tan fuerte?, casi me noquea con un puño-Jin no pudo evitar dejar salir la sonrisa que provocó el recuerdo de su hermana pequeña. 

-Fuiste un buen hermano al querer enseñar a manejar una bicicleta a tu hermana menor-opinó Namjoon suprimiendo la sonrisa de sus labios al imaginarse a Seokjin siendo golpeado por su hermana-por otro lado seguramente le enseñaste bien a pelear, aunque no esperaste que se atreviera a golpearte. 

-En esa ocasión la deje golpearme-se defendió Jin inmediatamente tomando un sorbo de vino blanco de la copa que sostenía en su mano-sabía que si no lo hacía esa mocosa habría hecho un gran berrinche en medio del parque. 

Antes de que Jin siguiera su relato acerca de los momentos vergonzosos de su hermana menor, Solar fue a interrumpir la conversación aunque no quisiera hacerlo,  objetado a que su reputación estaba en peligro si no lo hacía. En ese momento para suerte de la leopardo, Min Yoongi también fue por Namjoon aludiendo tener un asunto importante que tratar. Lastimosamente ese asunto hizo a Namjoon despedirse de él para luego retirarse del lugar. 

De regreso a casa Solar estuvo tan emocionada que no paraba de hablar de Namjoon, diciendo que sería un muy buen candidato para ser su futuro cuñado a lo que su esposo Eric dijo que no hablara tonterías. Por otro lado Jin se mantuvo en silencio. En su interior no estaba seguro que es lo que estaba pasando realmente entre ellos y menos que es lo que quería de Namjoon. 

Le gustaba estar con él, jugar con él, hablar de todo y nada a la vez, sobre todo le encantaba que su fuerza no era un problema para Namjoon. Saber que lo podía atacar con todas sus habilidades hacía a su pantera rugir de alegría al haber encontrado a un fuerte contrincante con el cual luchar sin contratiempos. 

Una ves Solar y su esposo se encontraron en un profundo sueño Jin salió de casa trepando por los muros hasta llegar al techo, una vez ahí tomó asiento, apoyó  las palmas de sus manos sobre las tejas a cada lado de su cadera, inclinándose hacia atrás tuvo así una buena vista de la luna, las estrellas y de las luces de la ciudad que a lo lejos se miraban tan hermosas bajo el firmamento de una noche despejada sin nubes. 

¿Qué  diablos estoy haciendo?, pensó en total soledad, no podía creer lo que pasó esa noche con Namjoon y por más extraño que sonara quería volver a repetir aquel beso, aquel momento en el cual hablaron normalmente dejando atrás cualquier tipo de trabajo o búsqueda. Respirando hondo el frío aire repasó su vista por todos los techos de las casas cercanas y lejanas sin mirar un punto en concreto, sin embargo sus ojos quedaron clavados en una figura a lo lejos. Aquella silueta erguida de forma altanera en el techo de una de las casas a lo lejos atrajeron su mirada inmediatamente. Ahí estaba ese vampiro, con su apariencia sombría, lúgubre, con aires de superioridad. Al igual que un rey en la cima del mundo se mantuvo observando sus dominios entre las sombras de la noche ocultándose de la luz artificial, como todo un ser de la noche.