EL RASTREADOR ( Namjin)

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Sé que dije que no iba a publicar esta semana pero bueno....

Las lluvias habían llegado con fuerza esa tarde, trayendo a la mente de Jin la última noche en la que vio a Namjoon. Las gotas impactando en el parabrisa empañaron su visión, el sonido constante de pequeños golpes en el techo del auto trajo consigo también aunque no quisiera una noche en la que la lluvia estaba cayendo mucho más fuerte, los truenos iluminando el cielo y el estruendo que le seguía junto con las olas del mar agresivas estrellándose con la orilla, esa noche los gritos de su hermana y su llanto era mucho más fuerte que todo lo demás.

El sonido del claxon del auto de atrás lo sacaron de sus memorias y la luz verde del semáforo lo hicieron avanzar las dos calles que faltaban para llegar al edificio Kim, la entrada enorme fue pasada de largo como indicó Yoongi que hiciera, Jin se asombró al ver a un montón de personas bajo la llovizna esperando con cámaras en sus manos protegidas con envolturas de plástico esperando algo, cualquier cosa para capturar.

Pudo hacer que Yoongi lo llevara hasta allí, sin embargo no quería que nadie más que él y Namjoon en el lugar cuando lo volviera a ver. Estacionó su auto cerca de la entrada trasera del edificio. Al bajar el sonido el su paraguas al ser abierta lo captó con demasiada atención. El aroma a lluvia y los demás aromas que habían escapado de su nariz desde esa mañana o tal vez desde hace algunos días atrás volvieron con fuerza, sin embargo el aroma el cual era más importante que todos lo demás vino a él despacio, como tentáculos envolviendo cada parte de su cuerpo haciéndolo sentir protegido, querido, con un calor abrumante que pese al frío a su alrededor lo abrazó fuertemente.

Con pasos lentos sobre los pequeños charcos de agua que se formaron en el suelo por la lluvia siguió avanzando hacia la figura que lo esperaba bajo un paraguas negro, el cual ocultando el rostro del vampiro, su ojjos no podían ve mas alla de las gotas que suavemente se deslizaban por el negro material hasta caer suavemente al asfalto creando un sonido mucho mas prominente que la llovizna a su alrededor. Sus pasos se detuvieron frente al vampiro aguardando un movimiento de su parte y cuando lo hizo pudo observar sus ojos siendo descubiertos cuando alzó su sombrilla.

Sus ojos intensos lo miraron como el ser vivo más importante en el universo, su ligera sonrisa adornaba su rostro hermosamente, su porte tan altivo, engreído y a la vez siendo tan fantástico lo dejaron sin habla, totalmente perdido en su presencia. El traje negro que se ajustaba perfectamente al contorno de su cuerpo era igual al que estaba usando la noche que lo vio por primera vez, lo sabía.

Namjoon dejó caer su paraguas a un lado y con un par de pasos se acercó a él y lo hizo deshacerse del suyo también, al mismo tiempo que atrajo su cuerpo y sus labios tocaron los suyos con intención de devorarlo por completo y mentiría si no dijera que no quería hacer lo mismo. Jin pasó sus brazos por la espalda de Namjoon, de esa forma lo abrazó fuertemente dejándose envolver por su aroma, por sus abrazos. Dejó latir su corazón desenfrenadamente, ya no importaba si lo dejaba latir de todas formas, no importaba que el mundo y cualquiera que quisiera escuchar los latidos de su corazón desenfrenado a causa de Namjoon, quería que lo hicieran, quería que todo el mundo supiera que el caos en el que se había convertido era a causa del Soberano que lo sostenía fuertemente.

-¿Cómo te encuentras?

-Mucho mejor.

-Lo siento, debí ser más cauteloso al anunciar nuestro compromiso.

-No importaba en qué momento lo hicieras, me iban a sacar de los Rastreadores de todas formas al enterarse que tenía una relación con un Soberano.

-Y aún así me elegiste.

-Siempre te elegiría.

Los ojos de Jin resplandecieron intensamente al decir esas palabras, su voz no vaciló ni un momento y ahora podía entender un poco a Namjoon, pues comparado con lo que era, con la fuerza que tenía, con las habilidades que había aprendido y que con el tiempo había perfeccionado con sangre, con lágrimas y con fuerza de voluntad, nada de eso era comparado con tener a Namjoon en su vida, nada de eso era importante ahora, todo el camino que había recorrido hasta llegar a ese punto lo había llevado a ese vampiro de sonrisa arrogante, de porte altivo, de ojos rojizos y aroma a caoba que penetraba hasta lo más hondo de su ser.