EL RASTREADOR ( Namjin)

15💗

El sonido del reloj resonaba por todo el castillo en la madrugada mientras el viento golpeaba las ventanas entrando a cada habitación, llevándose el aroma del vampiro y pese a los esfuerzos de Jin, sin importar lo que hiciese, ese aroma seguía en cada rincón, incluso parecía haberlo echo revolotear haciéndolo más vivaz que antes. 

Jin estaba en el punto del no retorno y es que tanto era su enojo por estar encerrado que incluso trató de saltar hasta el otro lado del risco, no importaba donde se encontraba, llegaría a algún pueblo si se lo proponía. Sabía que tenía algunos clientes en varios países por lo que si sus sospechas eran ciertas y estaba demasiado lejos de su casa y tenía que tomar un avión, bien podría hablar con algún cliente para que lo ayudase. Y todo aquello habría funcionado si aquel acantilado no fuera tan amplio y si las rocas que estaban alrededor del otro extremo  no fueran tan desprendibles, le fue totalmente imposible llegar al otro lado, apenas dio un salto, la roca en la que se sostuvo cayó, apenas pudo volver a saltar de vuelta a la ventana del castillo, luego de aquello no lo intentó de nuevo, lo que menos quería era terminar en el fondo de ese hoyo. 

El sol empezó a salir tras aquellas montañas nevadas dejando sin palabras a Jin al ver el hermoso paisaje. Después de su pequeña travesía cansado de vagar se dispuso a esperar observando el paisaje por lo que fue a buscar  un lugar cómodo para hacerlo, una vez logró encontrar un buen lugar tomó asiento en el marco de una ventana en la última habitación del castillo donde colocaban todo lo que no servía, el único lugar en el que el aroma del vampiro parecía perderse entre los olores de las cajas llenas de cosas antiguas. 

Al menos la vista era hermosa desde donde estaba, por donde quiera que miraba había un sin fin de vegetación, árboles y planicies todo envuelto con un manto hermosamente blanco resplandeciente, parecía que alguien puso un sin fin de diamantes desperdigados por todas partes. 

Entonces el aroma del cual sin darse cuenta rehúye casi despavorido, apareció tras su espalda. El vampiro había vuelto.

-Es aire aquí arriba es mucho más fresco. 

-¿Puede llevarme a casa?-Preguntó inmediatamente. 

-Por favor.

-No estoy de humor señor Kim.

-Deberías ser un poco más educado, decir por favor, gracias y pedir disculpas es primordial en la sociedad. 

-Soy muy educado señor Kim, sin embargo mi educación va dirigida a quien se lo merece. 

-No entiendo su forma de ser tan hostil conmigo. 

Y si era sincero Jin tampoco lo sabía, no entendí porque era así con ese vampiro, sus emociones tenían que estar a raya, solo mostrar lo que quería, sin embargo por alguna razón que no alcanzaba a entender sus emociones relucían en todo su esplendor frente a Kim Namjoon y eso le molestaba. 

-Rastreador si queremos que esto funcione debe ser más... ¿cómo se dice? Cooperativo en esta relación. 

Jin no entendía porque aquella frase le decía que el vampiro no se refería en precisión a la relación de trabajo. En su mente empezó a divagar en una que otra idea, sin embargo no iba a dar pie a ninguna duda o hipótesis de algo, ese pensamiento ni siquiera debería estar rondando su mente. 

Al ver que el vampiro alzaba su elegante ceja esperando una respuesta de su parte se percató de su silencio prolongado. 

-Le ofrezco mis disculpas Señor Kim, y tiene toda la razón debo ser cooperativo, sin embargo el que no sea recíproco me es un problema. 

-He sido muy cooperativo con usted. 

-Señor Kim. 

-Dime Namjoon. 

-Señor Kim.

-No estás cooperando ahora mismo. 

-Namjoon, me gustaría tener toda la información que necesito para encontrar su objeto, eso me sería de mucha ayuda. 

-Lo que debes encontrar es algo muy importante, demasiado importante.

-¿Y eso es..?

-La inmortalidad. 

-¿Eso no es algo que usted le puede dar a cualquiera?

-Puedo dar inmortalidad a seres humanos, tiene razón pero,  ¿alguna vez se a preguntado de dónde salen los Soberanos?

En esa pequeña pregunta había un gran secreto, el más grande de los vampiros, pues Soberanos sólo había 7, uno por cada continente y Kim Namjoon gobernaba no solo Seúl o Corea, resultaba que era el Soberano de toda Asia, su aquelarre se extendía por todos los países asiáticos, era algo así como una empresa internacional con varias sedes en diferentes países. 

Un Soberano no aparecía así como así, según sabía aquellos eran designados por su antecesor y eso no había pasado desde... bueno desde hace muchos milenios. 

Con una risa llena de incredulidad Jin empezó a carcajear, pues era imposible que una caja de madera tuviera tal poder y menos que ahora estuviera perdida, sin embargo al ver la seriedad del vampiro...

-Debe ser una broma, no puede estar hablando en serio-La risa de Jin para ese momento se transformó a una carente de humor y más a una incrédula rayando un poquitín en la histeria-¿Cómo es que perdió algo así de importante?

-Ya le dije que me robaron y hasta ahora no se quien fue esa criatura tan estupida. Cometió suicidio solo al entrar a este lugar.

-¿Cómo es que puede estar tan tranquilo?-Para ese momento Jin deseaba poder zarandear al vampiro, pues quien sea quien hubiera hurtado algo como eso podría usarlo para convertirse en un Soberano y así poder matar a uno de los principales para obtener su lugar, sin mencionar todo el poder que significaba ser uno de ellos.  

-Tengo mis razones. 

-No está siendo cooperativo en estos momentos. 

-Tienes razón. Esa criatura sin importar lo que haga, ni a donde vaya no va a ser capaz de tener lo que quiere y si quiere usar ese artefacto para convertirse en un Soberano, pues está perdiendo el tiempo-Dijo con un deje de burla, pero sobre todo lleno de seguridad en sus palabras. 

-¿Por qué?

-Eres bastante curioso, lastimosamente esa información no te la puedo dar, es irrelevante pero sobre todo es una información que solo yo poseo. 

-Ya sabe lo que dicen de los gatos-Se excusó Jin por su creciente curiosidad hacia al artefacto y cómo funcionaba.

-Me temo que tiene razón, es muy curioso Rastreador y eso me gusta mucho.