EL RASTREADOR ( Namjin)

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¿Por qué mis personajes se salen del guión?

Namjoon sintió el dolor en su pecho uno que hace milenios no había sentido y ahora al sentir la sangre fluyendo desde su interior una furia descomunal se apoderó de su mente. Ese pequeño hombre había robado su cofre, había fabricado el arma para matarlo, no estaba seguro de cómo pudo descifrar aquello pero lo iba a averiguar en ese momento.

-Si no me dices su ubicación el dolor que vas a sentir por el resto de tu vida hará que desees la muerte más que nada en el mundo.

Con una voz estrangulada por la falta de aire Lux río al momento de hablar-nunca sabrás su paradero, nunca te lo diré.

-Déjalo-Hope caminó con decisión y su voz clara al dirigirse a Namjoon no tembló ni por un segundo-nuestra organización se encargará de él desde este punto.

-Es mi prisionero, no te metas en esto-con su voz llena de autoridad se dirigió a ese cambiante sin apartar la visión de aquel humano. Días atrás este Rastreador lo desafió y ahora sigue haciendo lo mismo. ¿Acaso no había aprendido a no meterse en sus asuntos?

-Lux aún pertenece a nuestra organización, nosotros nos encargaremos de él.

Namjoon tomó al pequeño hombre y con fuerza lo arrojó a un lado y con sus pasos seguros, dejando a un lado el dolor del costado en su pecho, avanzó en dirección al cambiante que tanto dolor de cabeza le había causado. Esta vez no estaba dispuesto a dejarlo pasar, iba a ser rápido. Lamentaba no poder darle un fuerte dolor en su cuerpo, ni poder torturar su cuerpo hasta que suplique por su muerte.

-¡No!

El grito ensordecedor de Jin lo hizo volver a sus sentidos y al mirar atrás lo observó correr en dirección donde había caído el humano cuando lo lanzó. Por un pequeño momento en el que escuchó el grito desesperado y la carrera veloz de Jin, su mente sufrió un pequeño destello de incertidumbre respecto a la relación que posiblemente tenían ese hombre con el cambiante que tenía su corazón. Varias dudas saltaron a su mente y las ideas de una posible traición se mezclaron en un vorágine de sentimientos y pensamientos que quizá eran la misma verdad pero que no deseaba aceptar.

-¡Imbécil!

Y luego todas sus dudas fueron desechadas en ese mismo instante cuando de un momento a otro Jin pasó de revisar los signos vitales del hombre que había cortado su cuello con una daga, a patear su cuerpo una y otra y otra vez, maldiciendo a todo pulmón.

-¡Maldito bastardo! ¡Infelíz! ¡Hijo de...!-Nunca en su vida creyó haber insultado a nadie antes de esa noche y aunque ese infeliz no lo escuchara quería sacar su frustración al menos un poco.

Jin absorto en la pelea que estaba por desarrollarse entre Namjoon y Hope no observó el momento en el que Lux había alcanzado una daga y luego se había cortado la garganta de un solo tajo. Cuando lo vio corrió lo más rápido que su cuerpo le permitió y pese a su esfuerzo de llegar antes que el infeliz muriera no lo logró y ahora el único ser en la tierra que sabía del paradero del cofre de Namjoon estaba muerto.

El líquido viscoso de un tono carmín corría por las hendiduras de la hierba convirtiendo su verdor en un charco rojo extendiéndose lentamente por todas partes. Por un momento Jin observó la sangre llegar a sus pies cuando dejó de golpear el cuerpo inerte de Lux, su respiración agitada se volvió cada vez más rápida hasta tal punto en el que su máscara no lo dejaba respirar por lo que con ira la bajó hasta su cuello obteniendo así una bocanada del aire frío de la noche. Su pecho subía y bajaba y en su mente un sin fin de planes estaban formándose. Se mantuvo de pie en ese lugar hasta que sintió las suaves manos de Namjoon tomar sus hombros con delicadeza.