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Tras aquellos ojos rojizos tan parecidos a los de Namjoon se escondía desconfianza, aversión, resentimiento y hasta podía decir que un poco de ira contenida, no sólo hacia él, era algo mucho más profundo que carcomía el interior del Jefe de seguridad Min Yoongi.

Recordaba aquel vampiro de la celebración de unión de vampiros, humanos y cambiantes, en ese entonces suponía que aquel individuo estaba incómodo por estar en medio de cambiantes en otro territorio más ahora se daba cuenta de que no era el lugar, eran los cambiantes mismos a los que tenía ese aborrecimiento.

Mientras aquellos ojos no abandonaron ni un solo segundo su posición y mucho menos sus brazos que rodeaban el cuerpo de Namjoon con fuerza, aquel cuerpo pálido se desvaneció lentamente en el aire, desapareciendo de la habitación de la misma forma en la que solía hacerlo su pareja provocando el surgimiento de miles de preguntas en su cabeza.

-Tengo que hacer unas cuantas llamadas-espetó Namjoon tomando con delicadeza los brazos de Jin para alejarlo.

Por otro lado Jin renuente a dejarlo ir subió ligeramente su cabeza mirando expectante a Namjoon con las miles de preguntas apareciendo en su rostro.

-No puedo contestar a tus preguntas.

-¿Por qué no?

-No está en mi hablar respecto a Yoongi.

-Pero...

-No seas curioso-reprendió ligeramente posando una de sus manos en el cabello de Jin alborotándolo un poco, luego bajo la palma de sus manos hasta tomar aquella máscara entre sus dedos para bajarla. Entendía que esa pequeña tela debía proteger la identidad de su felino pero no le gustaba que ocultara su precioso rostro estando en su presencia. -Así estás mejor, aunque no te la debiste colocar en primer lugar.

-No voy a confiar en ese vampiro.

-A Yoongi no le gustan los cambiantes mucho menos los Rastreadores, pero eso no quiere decir que no sea de confianza. Ahora tu eres mi prometido y te debe la misma lealtad que a mi como su Soberano, de todas maneras seguramente ya sabe tu identidad.

-¿Acaso tú?

-Yo no dije nada, ahora bien tu actitud reciente le dio la información necesaria para atar cabos y saber tu identidad, si no me hubieras abrazado de la forma en la que lo hiciste tu identidad seguiría bien oculta-contestó con simpleza rodeando el cuerpo de Jin para tomar el teléfono.

-Resuelve eso ahora mismo.

-Me encantaría, sabes que me gusta cumplir todo lo que quieres y podría hacerlo si fuera un vampiro común, pero no lo es.

-¿Es un Soberano cómo tú?

Con un ligero toque en su nariz Namjoon terminó con su conversación para luego tomar el teléfono y hacer todas las llamadas que necesitaba hacer.

-Si tienes hambre hay comida en la cocina, puedes tomar lo que desees-habló Namjoon en un susurro antes de hablar con alguien al otro lado de línea.

-Voy a comer y luego vendré para que me lleves a Seúl.

-Mañana.

-Hoy-y así por primera vez Jin salió de la habitación con la última palabra en sus labios, no era una gran victoria pero la saboreo hasta la más ínfima gota.

Al llegar a la cocina observó una botella de Terra alta blanco sobre el mesón, un vino no muy costoso, pero muy difícil de conseguir por la poca producción. Con una ligera sonrisa tomó la botella de líquido dorado con pequeños matices verdosos. Aparentemente Namjoon había hecho muy bien su tarea en averiguar la marca de su vino blanco favorito y estaba muy agradecido por aquel pequeño acto que calentó su corazón infinitamente.

El líquido al pasar por sus papilas gustativas hizo una exploción de sabores, su aroma afrutado y su sabor tropical burbujeo en su paladar en tanto paseaba por la cocina con su copa de vino en mano observando la comida dispuesta en una mesa mediana, seguramente Namjoon debió colocarla ahí mientras estaba ocupado con las grabaciones, había mucha carne y algunas verduras, pero lo que más sobresalió fue el postre de maracuyá en medio, hasta ese momento no estaba seguro de cómo es que había averiguado hasta sus más recónditos gustos más en ese momento lo agradecía, su estómago estaba hambriento y gritando por un bocado de aquella comida.

Antes de que pudiera tomar un pedazo de carne con los palillos los vellos de su nuca se erizaron. Inmediatamente soltó los palillos, estos al caer emitieron un sonido retumbante al llegar al suelo, mientras ambas de sus manos fueron a parar al cinturón de su pantalón donde tenía sus pequeñas dagas y una a una las lanzó en dirección a la sombra que serpenteante se movía al otro lado de la mesa, a pesar de la cantidad de dagas que fueron lanzadas ninguna de ellas dio en el objetivo. Tenía que admitirlo, Min Yoogi era sumamente veloz, hasta podría decirse que mucho más veloz que Namjoon, el idiota esquivó sus dagas sin ir más allá de dos metros, moviéndose rápidamente esquivando una a una de sus dagas que fueron a parar a una de las sillas y las demás hasta la pared.

-Eres rápido-la voz de Yoongi desprovista de humor llegó a sus oídos en un tono grave-pero no puedes hacerme daño-prosiguió al mismo tiempo que tomaba una de las dagas incrustadas en la silla para luego envolver el filo en la palma de su mano y con la otra tiró de ella fuertemente provocando el asombro de Jin que al verlo quedó impresionado al no notar ni una sola gota de sangre salir de su palma.

-No me gusta que me sorprendan, si quieres hablar conmigo haz algo de ruido al aparecer-espetó Jin con mal humor tomando un pedazo de carne con los dedos para meterlo a su boca. -Al ser tú el jefe de seguridad de Namjoon-continuo al terminar de comer el pedazo de carne- y del aquelarre Kim, pienso que nos vendría bien mantener una relación agradable entre nosotros ya que vamos a estar viéndonos de vez en cuando.

-Te debo mi lealtad y voy a protegerte si la ocasión lo amerita pero eso no quiere decir que te deba algo más.

-Entonces no has venido a presentarte correctamente.

-Solo vine a darte una advertencia.

-¿Y esa es?-preguntó despreocupadamente tomando asiento en una de las sillas.

-Mantente leal a Namjoon.

Hasta ese momento Jin se había controlado medianamente, sin actuar más allá de una simple advertencia pero sus palabras lo hicieron enfadar. Era verdad lo que le dijo, no le gustaba que lo sorprendieran y sus manos solían funcionar solas cuando una presencia aparecía repentinamente ante él.

Una parte de él entendía el comportamiento de Yoongi, pues no era común ver a un vampiro y menos a un Soberano con un cambiante como pareja, entendía sus preocupación pero en ese instante el que dijera aquella advertencia dictaminada con un doble sentido lo hizo enfurecer, pese a querer apuñalar al maldito con miles de dagas, controló su temperamento. Es normal que piense eso, se dijo una y otra vez silenciosamente, no me conoce pensó.

-No voy a traicionarlo, nunca lo haría-contestó con calma pese a la ira contenida.

-Bien-de pronto una sonrisa cínica apareció en aquellos labios finos-espero que pienses lo mismo cuando desaparezca alguno años y que aguardes el tiempo necesario para su regreso.

Estaba un poco hambrienta cuando escribí 😅😅😅, espero que lo hayan disfrutado y que les guste este Yoongi porque a mi me encanta.

EL RASTREADOR ( Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora