EL RASTREADOR ( Namjin)

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Bueno tal parece estoy inspirada 

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Con sus artefactos guardados en el auto de su cuñado Erick y vestido con ropa limpia Jin se dirigía con pasos rápidos a la habitación donde estaban preparando a su hermana menor Solar para entrar a quirófano.

Antes de entrar vistiendo con un traje azul de tela se detuvo un momento con la palma de su mano apoyada sobre la madera de la puerta, su corazón latía fuertemente y no podía controlar sus pulsos. Tras esa puerta su pequeña y diminuta hermanita estaba a punto de traer al mundo a alguien aún más pequeño y frágil que ella. Su mente divago sin querer al pasado y recordó todo el camino por el cual ambos habían transitado.

Todos los días fueron difíciles desde la muerte de sus padres.Tuvo que ocultar su dolor en el fondo de su mente para poder cuidar de Solar y consolar la soledad que sus padres dejaron atrás, pese a todas las dificultades habían llegado hasta ese punto donde el dolor y la agonía que a ambos persiguió se desvaneció y ahora su hermana vivía una vida feliz junto el amor de su vida y ahora estaba a punto de tener un pequeño fruto de su unión.

-Jinnie-la voz de Solar al decir su nombre cuando lo vio entrar por la puerta, llenó su mente de calor y de confort-Jinnie tengo miedo.

-No va a pasar nada, el médico dijo que ibas a estar bien, además estoy aquí para cuidar de ti. Nunca te he defraudado y nunca lo haré y si te digo que todo va a estar bien es porque así será.

Antes de entrar había preguntado cada minúsculo detalle de la condición de su hermana y la razón del adelanto de su parto. Resulta que su pequeña y traviesa hermana había estado acomodando las cortinas de la habitación del bebé y se resbaló de la silla. El golpe que sufrió al caer adelantó el parto un par de semanas sin embargo todo estaba bien con ambos y no había nada que temer. Por otro lado Jin tuvo que morderse la lengua para no regañar a su hermana, solo a ella se le pudo ocurrir cambiar las cortinas de su casa ella sola a un par de semanas de su parto.

-Fui una tonta Jin, debí esperar a Erick.

-Los accidentes pasan, no te preocupes por eso ahora-con un par de caricias en el cabello dorado de Solar trató de hacer que dejara de culparse por lo ocurrido-ahora debes estar tranquila, en unos minutos vas a entrar al quirófano.

-Entra conmigo Jinnie.

-Erick tiene que estar ahí, pero yo estaré aquí esperándote no te preocupes.

-¿Me lo prometes?

-Lo juro.

Durante los minutos en el que tuvieron que esperar para que las enfermeras fueran por Solar a su habitación ella se mantuvo tomando su mano con fuerza y solo la soltó cuando Erick entró totalmente calmado y con una sonrisa en sus labios.

Pese a todo lo que pasó esa noche Jin logró estar junto a su hermana antes de que entre al quirófano y al estar en esa habitación totalmente solo pudo pensar con claridad en todo lo sucedido.

Namjoon ni siquiera sabía de la promesa que le hizo a su hermana y aún así buscó una manera de llevarlo al hospital lo más pronto posible. Él estaba herido y su cofre totalmente perdido y aún así dejó todo a un lado para complacerlo. Con un fuerte suspiro apoyó su cabeza contra el respaldo del sofá donde estaba sentado y el pensamiento de que era muy egoísta con Namjoon se apropio de su mente.

-Te ves muy tranquilo cuando no deberías estarlo.

-¿Qué haces aquí?-Tan pronto escuchó esa voz ronca embargada por el enojo, Jin se levantó apuntando con su arma directamente a la cabeza de Min Yoongi.

-Eso es lo que yo te pregunto, ¿qué haces aquí cuando deberías estar buscando el cofre de Namjoon?, es muy importante que lo halles. Si ese humano pudo descifrar lo necesario para lastimar a un Soberano alguien más puede hacerlo, sin mencionar que pudo haberle dicho a alguien más el secreto que está escrito en el cofre.

-¡¿De qué demonios me estás hablando?!-gritó perdiendo la calma que estaba tratando de mantener, todos los pasillos estaban vacíos por lo que no tuvo que tener cuidado con lo que decía, seguramente Yoongi se había encargado de eso, no estaba seguro pero sabía que tenía algo que ver con que nadie en ese piso estuviera en ese momento-¡¿Qué secreto?!

-En ese cofre está escrito la manera de construir un arma para matar a un Soberano, no me vengas a decir que no lo sabías.

Jin sabía lo que tenía dentro el cofre pero el que estuviera escrito en él la manera de como hacer un arma para matar a un Soberano...esa información no la tenía. Si lo hubiera sabido habría alejado a Namjoon de alguna manera y se habría esmerado en hacer que le diera más información, si hubiera sabido...

-Entonces te sigue ocultando cosas-con esa afirmación Yoongi se alejó un par de pasos y tuvo la osadía para dibujar una tenue sonrisa-sabía que su obsesión contigo era algo momentáneo al igual que ocurrió con el pintor, como sea...encuentra el cofre, sólo tú conocías a ese humano, haz tu trabajo para el que se te pagó.

Ji tomó con fuerza el mango de su arma al mismo tiempo que observaba a Yoongi desaparecer como el humo con una mirada amenazante. Sabía que esa orden venía acompañada de una advertencia, seguramente planeaba matarlo una vez que encontrara el cofre, sin embargo eso no fue demasiado importante, ahora lo que rondaba en su cabeza respecto a Namjoon y su obsesión momentánea por él estaba tomando fuerza.

Momentánea, ese infeliz había dicho que su relación era algo de un momento y lo que más le molestaba de esa afirmación era que tenía razón. Namjoon siempre se esmeró en ocultar información de él, antes le molestaba que tuviera que ser el que lo presionara para que fuera sincero, creyó que así era su forma de ser, que sus miles de años le enseñaron a no confiar en alguien, trató de entenderlo pero ¿y si esa no era la razón? ¿si el que le ocultara información importante se debía que su presencia era solo algo pasajero? , además estaba el recuerdo de aquel pintor.

Recordaba lo que dijo Namjoon acerca de ese humano, dijo que él no había querido la inmortalidad, eso solo significaba que él se la ofreció, ¿para pasarla juntos?, ¿para tener una vida eterna juntos? ¿y si todo lo que hizo para conquistarlo lo hizo con ese pintor también?, solo que ese pintor no se dejó seducir con una vida eterna a su lado pero él sí, él aceptó su sangre, ese vínculo que los unía. Necesitaba respuesta y las iba a obtener esa misma noche.

Sin poder moverse de esa habitación antes de que su hermana saliera de su cirugía aprovechó ese momento para enfriar su cabeza y también su corazón. Si iba a enfrentar a Namjoon no debía tener sus sentimientos a flor de piel, mucho menos debía dejarse seducir por sus palabras o su mirada.

-Todo salió bien, Solar está...¿Jin?-la voz de Erick en la entrada de la habitación lo alejó de sus pensamientos.

-¿Ah?...entonces todo salió bien, me alegro mucho, ¿Dónde está mi sobrino?

-Te noto algo distraído, ¿sucede algo malo?

-Sí, estoy bien.

-Supongamos que te creo...el pequeño Baekhyun está bien, lo están limpiando y a Solar también, pronto traerán a ambos aquí.

Jin sacudió su cabeza un par de veces para sacar los pensamientos relacionados con Namjoon para luego ponerse de pie e ir en dirección a su cuñado para felicitarlo. El alfa al fin tenía algo de color en su rostro y sus palabras estaban en sus labios nuevamente, muy diferente a como lo encontró cuando llegó, parecía que iba a tener un ataque de pánico.

-Felicidades cuñadito-lo abrazó con sinceridad-ahora no solo tendrás a una loca en la casa...esperemos que tu hijo salga a ti y no un huracán como mi hermana.

-Deséame suerte, luego hablaremos de Kim Namjoon. El alfa Seo Joon recibió una extraña carta del Soberano Kim pidiendo tu mano en matrimonio, deberías hacerle una visita mañana temprano.