Capitulo 31

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Tres días después me subía en el avión privado de Chris junto a Carly, Lisa y el abuelo, rumbo a Londres.

Carly y Lisa se habían hecho distintos tratamientos de belleza y de peluquería, no pude negarme a qué hicieran lo mismo conmigo pues tenía que parecer la esposa de un gran empresario, rico y poderoso. Me había vestido con un vestido blanco a media pierna, un bléiser negro, zapatos negros de punta y una mini cartera negra, llevaba mi cabello recogido a media cola y de lado. Chris estaba a mi lado, se veía tremendamente atractivo con un traje de chaqueta gris y una camisa blanca y sin corbata.
El despegue fue perfecto. Carly se relajó en su asiento y se preparó para recibir toda clase de mimos y atenciones.
Las azafatas no podían parar de verlo, las sonrisas coquetas no cesaron. Una de ellas incluso consiguió tropezarse y caer con elegancia en las piernas de Chris en un revuelo de disculpas, era como si yo no existiera para aquellas mujeres. Lo miré y dije:

- Las mujeres siempre caen a tus pies para que te fijes en ellas?
- La verdad es que se ha tropezado con mis pies, sobresalían en el pasillo. Ha sido culpa mía que acabara cayéndose encima de mí.
- Y también que acabara plantándote los pechos en la cara? Eso también ha sido culpa tuya?

Chris luchaba por contener su risa ante mis reproches y enojo, le encantaba hacerme enojar así que continuo con su broma.

- Estaba intentando ponerse de pie. Estas cosas pasan.
- Ya lo veo.

Según parecía a Chris no le incomodaba está clase de actitudes de las mujeres, parecía acostumbrado a que las mujeres cayeran a sus pies. Mirando su mano nunca me había fijado que no usaba su anillo de casado cosa que me lleno aún mas de rabia así que me dije:

- Sabes? te ahorrarías bastante de esa atención no deseada si llevaras unanillo de casado.

Apesar de que no era mi anillo soñado, ni un anillo de un matrimonio real, llevaba un anillo de compromiso. Ante los ojos de todo el mundo, yo era la esposa de Chris. Sin embargo él no llevaba ni un solo anillo en la mano.

- No llevaba ninguno la última vez que fui. Sería un poco
extraño que lo llevara ahora.
- Pues no lo sería teniendo en cuenta lo que ha pasado entre los dos y que para tu familia ya eres un hombre casado. O es que no lo saben aún? Si de verdad estuviéramos casados, llevarías anillo?

Me miró de reojo.

- Porque te preocupa tanto un anillo?
- Porque se supone que estamos casados, mira!

Levante mi mano izquierda, hacia donde estaba sentado Chris y el anillo brilló a la luz. Algunas personas respetan un matrimonio y no se van por un hombre que lleve anillo.

- Sí tú lo dices..

Carly, Gabriel y Lisa se miraban al escuchar aquellas discusión.

- Pues si no te pones anillo, nunca lo sabremos.

La joven azafata torpe estaba de vuelta, cuando le preguntó a Chris.

- Señor Evans, discúlpame le hice daño? Señor Evans si puedo hacer cualquier por usted solo dígame.

La mire, sonreí mientras mi mano en la que llevaba los anillos, se posó sobre el muslo de Chris. Un movimiento nada sutil; pero estaba reclamando mi propiedad y la otra lo sabía..

- Aunque, pensándolo mejor, querido, parece que tienes un poco de frío...

Le dije a Chris mientras deslizaba mi mano por el muslo muy despacio, un poco más arriba... Quieres una manta para ponértela en las piernas? Con una de fastidio y una mirada exactamente igual de mi parte la otra mujer desapareció. Y desde luego Chris no se había dado cuenta. Pues yo era quien en ese momento tenía su atención; toda su atención.

La Sustituta.. El EngañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora