1. Un pueblo aburrido

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Las teclas son presionadas con rapidez mientras susurros se oyen provenientes de la boca del hombre frente a la computadora. Las palabras en la pantalla forman oraciones, párrafos; todo de forma realmente organizada y muy bien descrita.

Sus ideas comienzan a entremezclarse con historias del pasado, recuerdos de una época en la que la felicidad y la tristeza jugaron un papel muy importante en su vida, y que han servido de lección para el futuro, su actual presente.

Sacude su cabeza con el fin de dejar a un lado esos pensamientos y volver a concentrarse en su trabajo. Exhala pesadamente y observa hacia el estante que se encuentra a su izquierda, el cual posee algunos libros y novelas escritos por el mismo autor, A. E. Brooks.

-¿Cómo olvidar aquellos momentos tan especiales para mí? -Piensa en voz alta mientras una sonrisa se deja ver en sus labios al mirar sus antiguos proyectos; historias creadas a partir de sus experiencias y vivencias- Ya han pasado más de diez años desde que todo ello sucedió, y aún lo sigo recordando como si fuese ayer...

Sus párpados se cierran y su mente empieza a reavivar todos esos recuerdos y sentimientos que han estado guardados en lo más profundo de su corazón.

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~ 2009 ~

El cielo está pintado de un gris melancólico y triste. Unas pequeñas pero molestas gotas de lluvia comienzan a caer. Un viento sopla sutil haciendo que los pinos se muevan levemente en una especie de danza muy bien organizada.

Un charco de agua en la fría y húmeda acera reflejaba una casa victoriana de dos pisos con detalles muy finos y trabajados. Las ruedas de un coche pisan el charco salpicando el líquido hacia los lados.

-Y aquí es... -dice una mujer de unos cuarenta y dos años llena de emoción y asombro.

Tanto el muchacho como su hermana -ambos sentados en la parte trasera del vehículo- levantan su vista y observan el panorama, pero sin interés alguno regresan a sus actividades que incluyen leer un libro y escuchar música.

-Bien, viaje un poco largo, ¿no? -pregunta la madre ansiosa por ver una sonrisa en el rostro de sus amados hijos, más estos se limitan a ignorarla. Ella entiende que las cosas pueden ser difíciles para ellos, al fin y al cabo, mudarse de la ciudad a un pueblo no es cosa fácil, y menos teniendo adolescentes en su vida-. Hijos míos, sé que esto no salió como esperaban, y lamento muchísimo lo que sucedió -los jóvenes levantaron su vista hacia su madre y prestaron atención-, pero era algo necesario. Creo que salir de la ciudad será algo muy bueno para todos: conocerán gente nueva, cada uno de ustedes podrá seguir en sus actividades. Todo será igual, excepto que tendremos que acostumbrarnos a un nuevo lugar.

-Y vaya lugar... -farfulla Aisha mientras mira por la ventana la entrada de la casa, la cual pareciera estar algo descuidada.

-Lo sé... No era la mejor opción, pero para ser lo que es, está muy barato. Me pregunto por qué será...

Luego de romper el hielo y charlar durante unos minutos más, la familia Brooks salió del coche y se dispuso a entrar a la casa. La puerta principal es abierta y todos ellos entran uno por uno asombrados por lo agradable que es por dentro. Posee mueblería antigua pero en un muy buen estado, las paredes fueron pintadas recientemente de un color cálido que contrasta con los colores oscuros de las cortinas y la tapicería.

-Creo que subestimé la casa. Por fuera parece una posilga, pero es agradable. -comenta Aidan mientras una sonrisa se forma en su rostro al ver la hermosa escalera que conduce a los dormitorios principales.

-¡Aidan! ¡Tiene sótano! -grita con emoción su hermana, quien se halla frente a este con gran asombro y dispuesta a bajar.

-Era más que sabido, hermanita. Estas antigüedades poseen todo tipo de secretos. Ya quiero descubrir qué más esconde... -Piensa el joven mientras imagina expectante pasadizos secretos y todo ese tipo de locuras que la literatura ha puesto en su cabeza.

Alma en Pena [GAY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora