6. Una visita importante

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La familia Brooks almorzaba algo apresurada ya que tanto Aisha como Emma debían atender sus quehaceres. Sin embargo, ambas notaron que Aidan no había tocado siquiera el cubierto, y su plato de comidas lentamente se enfriaba.

-Cielo, ¿no tienes hambre? -preguntó su madre algo preocupada mientras observaba el rostro apagado y la mirada perdida del contrario.

-Emm... no. No tengo apetito por el momento.

Aisha miró a su madre con la misma preocupación. Sabía que algo sucedía, pero no estaba segura de qué, y eso la molestaba muchísimo.

-Iré a descansar, quizá eso me haga bien... -añadió el ojiverde con desgano, casi haciendo un esfuerzo increíble por levantarse de la silla.

Subió pesadamente las escaleras hasta llegar a su habitación. Aisha siguió comiendo, pero su madre se quedó muy pensativa.

-Aisha, ¿tienes idea de qué sucede? ¿Me perdí de algo importante?

-No, mamá. No sé qué le sucede... Ha estado algo distraído estas semanas. Insisto en que está enamorado, pero no estoy segura tampoco.

-¿Enamorado? ¡No lo creo! Si lo estuviera de seguro que estaría cantando y yendo de acá para allá... ¡Lo conoces!

-¿Se habrá enterado lo de papá?

-¡Cállate! -farfulló Emma mientras apoyaba su dedo índice en sus labios- Honestamente, espero que no. ¡Eso lo devastaría aún más!

-Lo sé, pero, ¿no crees que sería mejor que supiera lo que papá hizo? Quiero decir, Aidan lo ve como el papá del año cuando la realidad es completamente distinta...

-Entiendo a lo que te refieres, pero por el momento será mejor que no.

-Solo digo que cuanto más tiempo pase, peor va a ser.

-Aisha, él ya se siente culpable por no haber podido estar la noche en que tu padre murió. Si se enterase de eso, sus buenos recuerdos serían opacados por una mala noticia, y no quiero que pierda la felicidad que tanto lo caracteriza...

-Que lo caracterizaba, querrás decir. -Aisha completó la frase y su madre la miró algo dolida ya que sabía que lo que su hija dijo era en parte cierto.

~ ♥ ~

La mente de Aidan giraba en torno a ese joven tan misterioso: Jacob. Tenía muchísimas preguntas, y cada visita del pelirrojo solamente le creaban aún más interrogantes. ¿Era un fantasma? ¿Tenía poderes?

-¡¿Qué mierda estoy diciendo?! -Se preguntó el muchacho a sí mismo mientras se recostaba y tapaba su cara con las manos.

Recordaba a todo detalle la sonrisa y la mirada del pelirrojo. Esa sensación tan nueva y extraña se apoderaba de su cuerpo y, aunque aún no sabía cuál era el motivo, notaba que era agradable pero fuerte, como si su pecho presionara cada vez que pensaba en Jacob. De cierta forma, el joven le atraía, pero no sentimentalmente... ¿no?

Aidan jamás sintió atracción física hacia otro joven. Sus intereses amorosos siempre habían sido muchachas. Pero algo había en la forma de ser de Jacob que producía en el rubio sensaciones que nunca antes había experimentado. Culpaba a la intriga y a la ansiedad de causar tales sensaciones, pero también se planteaba la posibilidad -en un mínimo porcentaje- de que en cierto modo, Jacob le atraiga. Por dentro negaba que fuera de forma física, pero su conciencia lo abofeteaba cada vez que éste pensaba aquello.

El celular de Aidan sonó avisando que un mensaje había llegado. Éste lo agarró y se alegró muchísimo al ver quién era el emisor.

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Gabe • 13:42
- Amigooooo... ¿Cómo estás? 😄
- Ningún mensaje me mandaste desde que te mudaste, muy mal lo tuyo 😔

Alma en Pena [GAY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora