11. Alma en pena

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Aidan se dirigió hacia la cocina para desayunar mientras bostezaba exageradamente. Las charlas con Jacob a altas horas de la noche eran magníficas, pero no lo suficientemente convenientes, ya que el joven debía levantarse muy temprano para cumplir con sus obligaciones al día siguiente. Sin embargo, esta vez fue algo más lo que no dejó que pudiera dormir.

"¿A qué se refirió con 'no estar listo'?", pensaba Aidan una y otra vez sin poder entender siquiera un poco lo que estaba ocurriendo. Sólo sabía que Jacob tenía muchas cosas ocultas y que era un joven de pocas palabras, pero eso molestaba un poco la impulsiva y curiosa alma del rubio.

Toda una noche en la que recordaba el tono de su voz, su mirada y gestos, e incluso los escalofríos que le produjo el viento justo después de que el pelirrojo dijera aquellas intrigantes palabras. ¿Cuándo sería el momento oportuno para saber lo que le ocurrió? Aidan al menos podía despreocuparse y quitar una importante interrogante de su lista ya que ahora sabía con certeza que Jacob era un fantasma. Él creyó que se sorprendería aún más pero, por un lado, la sospecha estaba y eso quizás hizo que la sorpresa no fuera tan grande.

El desayuno estaba listo y, una vez lo terminó, agarró sus cosas y se dirigió al instituto. Una vez allí se encontró con Hayden y ambos se sentaron juntos.

-¡Tengo algo muy interesante para contarte, amigo! -exclamó la joven muy entusiasmada- El otro día estaba caminando por el centro y vi a dos chicos híper sexis... ¡Dios! Hacía un frío de cagarse pero ellos dos estaban en musculosa y se veían sus enormes brazos y...

-Hola Hayden...

-¡Ah! Hola, Patrick... Bueno, te seguía diciendo -Aidan notó que Patrick se quedó un momento allí para luego irse debido a que la joven no le prestó atención-, tenían puesto unos joggins y...

-¿Por qué no hablaste con Patrick?

-¿Qué? Trabajo con él, ya hablamos ahí...

-Pero parece que él sí quiere hablar...

-Aidan, no molestes. Ya me ponés esa cara de "hablá con él porque me da pena" y no, no voy a hacerlo, ¿okay? -El ojiverde asintió y rió por el carácter de su amiga- ¿Cómo estás vos?

-Bien, algo cansado, es todo.

-¿Cómo están las cosas en tu familia? ¿La casa presenta problemas?

-Con mi familia bien, no hay problemas. Y la casa... Emm... bien, supongo.

-¿Aún no oíste o viste nada raro?

-Define "raro"... -contestó Aidan con intriga.

-No lo sé, ruidos inexplicables, cosas que se mueven de lugar.

-Lo único que se mueve de lugar sin explicación en casa es el culo de mi hermana, va de la cocina a su cama. -Hayden rió sonoramente.

-¿Y qué hay sobre el bosque detrás de tu casa? ¿Ya lo visitaste?

-¿Debería tenerle miedo? No pasó nada...

-¡Por el momento!

-¿Por qué lo dices...?

-Aidan, ¿no has buscado información sobre la casa?

-Sí... Pero no he encontrado nada fuera de lo común. -contestó el ojiverde mientras recordaba la rosa negra que la dueña de la casa sostenía en la imagen.

-No recuerdo si ya te lo comenté, pero se han oído muchas historias y rumores con respecto a esa antigua construcción.

-De seguro que sí, la casa parece sacada de una película típica de terror.

Alma en Pena [GAY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora