Un nuevo día había iniciado hace ya algunas horas. Aidan recibió la noticia de que no habría clases debido a que la profesora tuvo un pequeño inconveniente y no podría llegar. Emma, por su parte, entraría algo más tarde de lo normal, lo que significaba que volvería luego del horario normal de llegada.
Toda la familia estaba sentada en la mesa disfrutando de un delicioso almuerzo. Cada uno de ellos degustaba este con felicidad mientras poco a poco algunos temas de interés salían a la luz.
-¿Les conté sobre el nuevo proyecto que tiene en mente mi jefe? -preguntó Emma muy entusiasmada y, al ver que sus hijos negaron con su cabeza, prosiguió- Bueno, a decir verdad, es una idea algo ambiciosa debido a que la experiencia que hay en la empresa no es la mejor, pero aún así todos se veían muy emocionados y ansiosos por empezar.
-¿De qué se trata? -inquirió Aisha.
-Al parecer, pudo conseguir que propietarios de una empresa mucho más grande vengan a nuestro lugar de trabajo con el fin de unir fuerzas y, de esa forma, mejorar no solo la calidad de trabajo que actualmente tenemos, sino también darnos una pequeña ayuda económica y comprar nuevas máquinas y todas esas cosas para que lo que hasta el momento hacíamos, lo sigamos haciendo pero de forma más rápida y sencilla.
-No me parece una mala idea. -opinó Aidan con una sonrisa en su rostro.
-Sí... Es realmente genial. Sólo espero que el hecho de que mi jefe sea, bueno, sea...
-¿Sea...? -Intentó Aisha ayudar a su madre a finalizar la oración.
-Digo, que sea... gay -prosiguió Emma en un tono casi inaudible- no afecte a sus planes.
-¿Por qué eso afectaría en algo? -preguntó Aidan algo impulsivo.
¿Por qué le preocupaba eso? De algún modo, el simple hecho de que su madre tenga "vergüenza" de decir esa palabra le dolió, aunque no sabía muy bien el porqué.
-Sinceramente no conozco a los empresarios que vendrán, pero muchos de ellos tienen años de vida como podrán imaginar, y no suelen ser tan abiertos de mente como otras personas.
La respuesta que Emma dio no dejó tranquilo al ojiverde, más bien se repetía una y otra vez en su mente la palabra "gay" siendo dicha con la voz de su madre.
-En fin... Lavaré los platos. -Aisha se levantó y comenzó a llevar los platos hacia el lavavajillas y a limpiarlos.
Emma comenzó a prepararse para finalmente ir a trabajar. Agarró su bolso y, luego de ponerse una bufanda, saludó a sus hijos y se fue. Aidan fue el único que quedó en la mesa con la mirada perdida en algún punto que ni él podía entender.
-¡Aidan! -El rubio se sobresaltó y observó a su hermana que lo miraba algo confundida- ¿Estás sordo, hermanito?
-Lo siento, ¿qué sucede?
-Pásame los vasos de la mesa que olvidé traerlos -Aidan hizo caso y llevó estos para que Aisha los lave. Su silencio preocupaba a la joven que no apartaba su mirada de él-. ¿Estás bien?
-Sí, algo cansado. Es todo.
-Bueno, aprovecha que tienes el día libre y descansa. Yo debo irme... -La joven sonrió pícara llamando la atención de Aidan.
-¿Puedo saber a dónde?
-Bien, digamos que conocí a alguien por Tinder. Vive a unas cuadras de aquí y creo que sería interesante empezar a hacer amigos... Al fin y al cabo, no creerás que mamá se va a arrepentir y va a querer volver, ¿no?
-Para nada. Sólo ten cuidado, ¿sí? Si algo me enseñaron las películas de terror es que los pueblos son los peores lugares. -dijo Aidan preocupado.
-Tranquilo, si algo me enseñaron las películas de terror a mí es que el personaje virgen no puede morir...
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Alma en Pena [GAY]
Teen FictionLa repentina muerte del padre de Aidan obliga a la familia Brooks a mudarse a un pequeño y aburrido pueblo a unos minutos de la gran ciudad. Allí el joven deberá iniciar una nueva vida, así también como lidiar con los nuevos y fuertes sentimientos h...