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La familia estaba cenando con normalidad, o eso al menos es lo que Aidan y su hermana intentaban demostrar. Emma sacaba diferentes temas de conversación ya que notaba que sus hijos estaban algo distraídos y pensaba que sucedía algo, pero no quería entrometerse demasiado en su vida ni que crean que era metiche.
-¿Cómo les fue hoy? -preguntó la fémina esperando que los jóvenes dijeran algo.
Aidan miró a su hermana, la cual se limitó a guiñar un ojo en señal de apoyo para lo que sea que vaya a hacer. Emma estaba algo expectante y confundida, pero algo dentro suyo le decía que había algo de que hablar. El ojiverde respiró profundamente y, luego de dirigir sus orbes a los de su madre, decidió hacerlo.
-Madre, hay algo que debo decirte... -Emma dejó los cubiertos en la mesa y sonrió, asintiendo con su cabeza.
Aisha carraspeó y repitió la acción, mirando algo nerviosa a su hermano. Éste, por su parte, intentaba que lo que iba a decir no sonara desquiciado, aunque, en vano.
-¿Recuerdas que iba a decirte algo más tarde? -La mujer asintió- Pues, creo que llegó el momento de hacerlo.
-De acuerdo, soy toda oídos...
-A ver, ¿por dónde empiezo? Emm... Me g... No, así no. Conozc... No, creo que así tampoco.
-¡Hijo! Sólo dilo, de seguro te sentirás mejor cuando digas de una vez todo lo que te preocupa.
-Bueno, l-lo intentaré... Me gusta alguien... -musitó el joven mientras miraba a su hermana para comprobar que empezó bien.
-¿Ese es el misterio? ¿Te gusta alguien y ya?
-No... Hay dos cosas importantes que debes saber sobre esta persona.
-¡Aidan! Sabes de sobra que soy ansiosa...
-No me presiones. Me costó asimilarlo y decirlo no es nada fácil...
-¿Quieres ayuda, hermanito?
-No, gracias...
-Entonces, ¿tú lo sabías? -preguntó Emma furibunda a su hija.
-Sí, pero escucha, por favor...
-Bueno, ¡me gusta un chico! ¡Ya! ¡Lo dije!
-...
-Por favor, decí algo. Nunca es bueno que te quedes en silencio...
-No, me toma por sorpresa, es todo. Pero no veo problema en ello, hijo. Más allá de lo que te guste, te voy a querer siempre, a los dos.
-Sí, bueno... Esa es una de las cosas. Por cierto, gracias, me alegra que lo tomes así.
-Dime...
-Emm... Bueno, hay una p-probabilidad de que el chico esté...
-¿Probabilidad? -inquirió Aisha con una sonrisa obvia.
-¡Bueno! No es probable, estoy seguro de que el chico es... Bueno, ya sabes...
-No, Aidan, no sé...
-Maldita sea... El chico que me gusta está muerto y es un fantasma.
Un silencio recorrió la mesa entera para luego ser interrumpido por sonoras carcajadas por parte de Emma. Incluso lágrimas rodaban por su mejilla.
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Alma en Pena [GAY]
Teen FictionLa repentina muerte del padre de Aidan obliga a la familia Brooks a mudarse a un pequeño y aburrido pueblo a unos minutos de la gran ciudad. Allí el joven deberá iniciar una nueva vida, así también como lidiar con los nuevos y fuertes sentimientos h...