El mejor regalo

EPILOGO

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Hola a todos! Aiii que penita =( se acaba esta historia. Creo que no voy a poder despedirme de estos dos =( jajajja. Seguro que en algun capitulo de la tercera parte les meto ^_^ jajajaja.

Bueno, quiero daros las gracias a todos, por estar ahí día tras día sacando tiempo para leer mi historia, comentarla y votarla. MIL GRACIAS. 

Nunca pense que la primera parte fuera a leerla tanta gente, ni que la segunda parte también la leyeraís y mucho menos... que queraís una tercera, nunca me lo imagine =) asi que mil gracias de nuevo.

Os dejo con el final de esta historía, espero que os guste, en cuanto tenga unos capis de la tercera la subire ;) me pongo manos a la obra! =D Espero que os guste, yo aquí he terminado enamorandome hasta el higado de Raúl... jajaja =P Beisitos!!

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P.O.V Lara

Habían pasado un par de semanas desde aquello, y mis hijas estaban más tranquilas; Ainhoa poco a poco fue recuperándose, como en su día hice yo. Además, me contó que desde entonces su amigo Iván no se separa de ella.

Se notaba a leguas que ese chaval sentía algo por mi niña, y yo en cierta forma, sentía cariño hacía el por haber salvado a mi niña de aquel bastardo; Parece que la historia se repite, aunque esta vez no tenga como protagonistas a dos adolescentes, hijos de la pareja de su padre y de su madre.

Me levanté como algo más tarde que normalmente, hoy iba a ir algo más tarde a trabajar, por orden de Raúl, si, ese cascarrabias y cabezota que tengo por marido, estoy algo constipada y he pasado mala noche con tanta tos y con tanto moco, y por orden expresa de mi bebe, me he quedado en cama un poco más.

Mis hijas y mi pequeño Raúl ya estaban en el colegio, así cogí una tostada y me la fui comiendo de camino al gimnasio que estaba a unas cuantas manzanas de mi casa. Cuando llegue salude a mi amiga, que al llegar se metió con Jaime para ayudarle con la demostración de los ejercicios, al fin y al cabo éramos sus mujeres y nadie mejor que nosotras para realizarlos.

Estaba concentrada revisando las cuentas del gimnasio, y demás papeles que debíamos presentar como negocio que éramos cuando una voz que me sonaba demasiado, pero que era terriblemente irritante, me desconcentro.

-Por favor, vengo buscando al padre de una niñita que tuvo problemas con mi hijo en una fiesta.- Dijo, me tensé.

-Pues, delante de usted está la madre de esa "niñita", asique dígame usted lo que quiere.- Dije mientras levantaba la vista de los papeles para mirarle a la cara; Me quede en blanco al ver su cara, no le veía desde la fiesta de Raúl.

-Bueno, bueno mira quien tenemos aquí, si es mi amiguita Lara...- Dijo ese cerdo con una estúpida sonrisa en sus labios.- Es un placer volver a verte querida, estas....preciosa.- Dijo mirándome lascivamente.

-Siento no poder decir lo mismo.- Dije con maldad. El paso de los años le había sentado realmente mal, tenía una barriga cervecera que le hacía tener un cuerpo cabra que echaba para atrás, su pelo... a su pelo le quedaban dos telediarios para permanecer en su cabeza, tenía unas entradas, que de aquí a nada serían verdaderas autopistas.