El mejor regalo

Capitulo 10: fiesta de cumpleaños.

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Hola holaa!! Aiss bueno, aqui os traigo otro cap, espero que os guste! Aqui vuelven a salir las pequeñajas haciendo de las suyas =D jijijiji

Mañana no se si podre subir.. lo intentare! Esque los domingo son mortales xD entre que te levantas tarde y que salen mi planes no tengo tiempo xD perooo lo voy a intentar! O quizas suba luego el siguiente... ummm ¿Que pensais?... =P

Besitos a todos y comentar! votar! jejeje :D que me encanta ver vuestra reacción al capi! jajajaj =D

PD: Si con el capitulo 9 se os caía la babilla con Marta y Ainhoa.. con este aún más...y con el 11.. :D ai ai ai con el once jejejejeje Por lo menos a mi se me cae la baba... =D

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 P.O.V Lara

Mis pequeñas cumplían años y con tanto jaleo y debido a que caía en diario no hicimos mucha fiesta.

Pero hoy sábado vendrían todos, Jaime, Estefanía, mi madre, Daniel, nuestros tres hermanos, y hasta el jefe con su mujer y sus hijos.

Estaba preparándolo todo, tuvimos que retirar los muebles porque si no, no íbamos a caber. En el esfuerzo de retirar el sofá yo sola, sufrí un pequeño mareo; afortunadamente no caí al suelo gracias a que Raúl pasaba por allí.

-Ten cuidado princesa.- Dijo mientras me ponía de pie.

-Gracias Raúl.- dije agarrándome a sus brazos, que estaban más duros debido a que pasaba mucho tiempo en el sótano.

-¿Te encuentras bien?- Me pregunto preocupado sin soltarme aun.

-Si, no te preocupes...- Dije mirándole.- ¿Me sueltas?- Dije secamente, pero me arrepentí cuando sentí que me soltaba y bajaba la cabeza. Había días en los que me mostraba más cercana a él, y días en los que me levantaba pensando que me había engañado, que nunca me había querido; Hoy era un día de esos...

Me prepare para la fiesta, iría muy sencilla, un vestido beis de tirantes, conjuntado con una chaqueta larga y unos zapatos negros. Me maquille natural. Sin liners, ni colores llamativos, solamente una sombra marrón con un pintalabios nude, lápiz de ojos y mascara.

Cuando salí  de la habitación fui hacia la de mis niñas, que para mi sorpresa ya estaban vestidas, Raúl se había encargado de vestirlas. Las peine y baje con ellas al salón, donde encontré a Raúl, sentado en el sofá, cabizbajo, mirando al suelo.

-Papiiiiiiii.- Corrieron las niñas hacia él, sacándolo de su trance.

-Mis princesassss.- Dijo levantando la vista y abrazándolas.

-Papi, ¿por qué lloras?.- dijo Ainhoa con amago de llorar ella también.-

-Por nada mi niña.- dijo cogiéndola en su regazo.- Es que tengo los ojitos malos.- mintió. Tuve que respirar hondo un par de veces para no llorar, porque me mataba verlo así, ¡pero qué narices!, el se lo había buscado al liarse con esa furcia. Los invitados no tardaron en llegar, la fiesta fue amena, aunque se notaba que había tensión entre nosotros.