Capitulo 13: Adiós

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Chan chan channnnnn! NUevo capi, otra vez, dos en uno, jejeje :D 

Bueno, os explico después de este vienen cuatro capis tristes, pero.. la espera merecerá la pena! =) deeeeeee verdad! jejejeje :D

Espero que os guste el capi, a mi escribiendolo se me calló alguna que otra lagrimilla :( Sobretodo en la parte del final, con las niñas.! Asique no os entretengo más y os dejo que leaís el cap.

Espero vuestros comentarios y vuestros votos. Se admiten blasfemias hacía mi persona por el resultado del capitulo, se que tendreís instintos asesinos contra mí, sobre todo Majoperez ¿Verdad que sí amiga? jajajaa =D

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P.O.V Lara

Intente pararles, intente tirar de sus brazos, y en una de esas Raúl pego un manotazo al aire y me empujo. Giro al oír como alguien gritaba mi nombre y me vio, paro de golpear a Luis, y este, viendo que Raúl estaba distraído, aprovecho para darle un golpe en la cara y ponerse encima de él, propinándole duros golpes de los que no se defendía, solo me miraba.

Me levante y cogí lo primero que vi, una botella de champan que paseaba un camarero por allí y se lo rocié entera a Luis, que sabiendo lo presumido que era, no tardaría en intentar que dejara de echarle el liquido encima.

-Quita zorra, ¡mi traje! ¡yo te mato!.- Dijo intentando sacudirse.

Cogí la mano buena de Raúl y le hice un movimiento diciéndole que se levantara. No estaba enfadada con él, el golpe que me había dado había sido sin querer, por meterme en medio cuando mas furioso estaba, y al darse cuenta de que me había empujado ni si quiera se defendía de los golpes.

Le lleve hasta el baño, donde examine su mano. Tenía un cristal clavado, le mire con reprobación y el desvió la mirada, momento que aproveche para quitarle el cristal. Grito de puro dolor y se agarro la mano por la muñeca. Le puse la mano debajo del grifo y rompí uno de los tirantes de mi vestido, para ponérselo a modo de venda en su mano.

Salimos de allí camino de casa y llame a nuestro vecino Esteban, al cual avise de camino allí. Cuando llegamos ya estaba esperándole, yo me quede fuera de nuestra habitación, esperando a que terminara de coserle.

-Lara entra por favor.- Dijo su nuestro vecino muy serio.

-Voy, ¿Que pasa Esteban?.- Pregunte preocupada.

-Tengo que coserle y... no se está quieto. Intenta que se esté quiero.- Me dijo serio.

Logre convencerle de que se tumbara en nuestra cama, sabía que no intentaría ningún movimiento si yo me ponía encima de él, así que me tumbé encima de él y le abrace, evitando que mirara su mano, veía como le cosía y su cuerpo se contraía de dolor, por lo que empecé a masajearle la cabeza, metiendo mis dedos entre su pelo.

-Bebe, tranquilo, ya queda poco ¿Ok?.- Dije susurrándole en el oído.- Se fuerte, solo un poco  más. Note como con su otra mano me abrazaba al rededor de la cintura y apretaba el puño para no apretarme a mí.

-Esto ya está. Lara, tienes que desinfectársela todos los días. Echarle estas dos cosas y listo. En un par de días le echo un vistazo amigo.

Me levante, dejando a Raúl libre, el cual no me miraba, vi como se incorporaba y agarraba con su mano buena, la muñeca de la mano con el corte.

Le deje solo, mientras iba al baño a cambiarme y quitarme el vestido, que tenía poco arreglo, ya que lo había roto para "vendarle" la mano. Cuando salí estaba llorando.

-Bebe...- Dije agachándome hacía él.- ¿Te duele mucho?.

-Algo... pero no es lo que más me duele.- Dijo sin mirarme.

El mejor regaloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora