El mejor regalo

Capitulo 24: Nadie se mete con mi maridito.

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Hola a todos! Un nuevo capitulo en el día de hoy! Espero que os guste! Muchos disfrutaran con la humillación que va a sufrir Silvía, la guarra de la secretaría de Raúl.

Espero vuestros comentarios y vuestros votos! Muchas gracias a todos de verdad =D jejeje.

Os dejo la foto  del vestido de Lara.

Os quiiiiiiero! =D

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P.O.V Raúl

Hoy habría en la empresa un acto benéfico, la empresa iba a donar parte de sus beneficios a una ONG para ayudar a los niños del tercer mundo. Cuando me desperté, Lara seguía dormida, así que la desperté entre besos.

Le di besos en el cuello, en el principio de su espalda, en su mejilla. Notaba que se estremecía, y vi a sumar una pequeña sonrisa en sus labios.

-Princesa, es hora de levantarse. Tenemos que llevar a las niñas al cole y después irnos al acto benéfico.

-Mm... creo que no voy a ir, me encuentro algo mal.- Me dijo todavía algo dormida.

-¿Qué te pasa princesa?.- Dije mirando si tenía fiebre.

-Nada, que estoy algo cansada, eso es todo.- Dijo dándose la vuelta y dejándome ver su tripita.

-Buenos días princesa.- Dije besándola.- Buenos días campeón.- Dije tocando la barriga de mi mujer.- Esta bien, quédate. Iré yo por ti.- Dije poniéndome de pie para ducharme y vestirme.

-No lleves a las niñas al cole, se me olvido decirte ayer que hoy entran una hora más tarde, porque su profesora tenía no se qué cosa que hacer.

-Está bien.- Dije y después suspire.

No me apetecía nada ir sin ella a ese acto, no soportaba las miradas que mis compañeros me echaban, gracias a que la furcia de mi secretaria y el cabrón de Luis, se habían encargado de difundir que yo había engañado a mi mujer.

Termine de vestirme algo abatido, mi preciosa mujer era el único pilar que me hacía permanecer en la empresa, y sin ella allí conmigo, dándome fuerza y confianza, sentía que iba a mandar a la mierda el trabajo.

La bese durante un rato, pues no quería irme, disfrute cada uno de sus besos, de sus caricias, de tocar su barriguita, que cada vez, estaba más grande.

-Bebe, si no te vas llegaras tarde.- Me dijo entre besos pero sin soltarme.

-No quiero irme...- Hice un puchero.

-Venga bebe... si me encuentro mejor voy , ¿Vale?.- Eso me hizo tener algo de esperanza.

-Está bien...- La volví a besar y me fui.