Rey se removía inquieta en la gran cama, en los aposentos de Ren. Se había tumbado, decidida a no quedarse dormida hasta que él regresara. No quería estar indefensa en su presencia. Pero el cansancio fue superior a ella y se sumió en un sueño intermitente. Cuando Kylo volvió, la joven no se despertó. El hombre se acercó con sigilo y la observó, muy serio. No era la primera vez que la Jedi rechazaba su mano. Ahora lo sabía, recordaba lo que había sucedido. El odio que sentía hacia su persona era evidente, pero escondía algo más, algo profundo que estaba dispuesto a desentrañar. Ella se había introducido en su mente aquel mismo día, durante su entrenamiento, sin avisar. Él haría lo mismo ahora, mientras descansaba. Sabía que era un juego sucio, pero ya no le importaba. Necesitaba acercarse más a ella. Ren acercó su mano a la cabeza de Rey y las imágenes llenaron su mente de inmediato.
El sueño de Rey era vívido. Ella pilotaba una nave que le resultaba familiar. ¿El famoso Halcón Milenario? No estaba seguro, pero Mortis le había hablado de aquella chatarra espacial que pilotaba su padre. Surcaba el espacio a toda velocidad, hasta acercarse a un planeta húmedo de salvaje vegetación. Aterrizaba y salía, con la espada láser preparada. Estaba buscando algo. O a alguien. Caminaba por un bosque. Anochecía. En un claro, un arroyo formaba un estanque en el que la joven se detuvo a descansar. Tras ella, un ruido y un movimiento entre la maleza la sobresaltaba. La Jedi se ponía en guardia, con la espada preparada. Entre la espesura, aparecía él mismo. Pero había algo diferente, no era del todo él... No iba vestido con el uniforme militar, sino con una sencilla camiseta negra medio rota. La cicatriz de su rostro había desaparecido. Sonreía. En sus ojos había un brillo que nunca había visto antes.
Rey se levantó y se acercó a él.
- Ben. Estás aquí.
El hombre, ese extraño doble de él mismo, se acercaba a la joven y la tomaba entre sus brazos. Las lágrimas inundaban el rostro de Rey. Los dos se miraban intensamente durante largos segundos, como si no pudieran creer que aquello fuera real. El amor que existía entre ellos parecía inundar todo alrededor, como una luz que solo ellos emitían. Kylo sintió una punzada en su interior. Estaba celoso, de sí mismo. De ese Ben al que la chica idolatraba. La rabia hizo que cerrase los puños. Respiró hondo, pero no salió del sueño de ella. Se contuvo y permaneció expectante.
La mirada entre ellos se transformó en un beso tímido. Ren les observó, conteniendo la ira y sintiéndose confuso. Era él. Estaba besando a la chica. Había imaginado tantas veces aquel momento que no sabía qué sentir... Era un mero espectador del momento que tantas veces había anhelado. Estuvo a punto de salir de la mente de Rey pero entonces el beso terminó. La joven mantenía los ojos cerrados y una expresión de paz en el rostro. Cuando volvió a abrirlos, Ben había desaparecido. Ahora volvía a ser él, con su capa negra y la cara marcada. Ella seguía en sus brazos. Entonces, la expresión de Rey se transformó en sorpresa y furia. Se zafó de él y encendió su sable láser. Le atacó sin dudar. El Kylo Ren de su sueño no contraatacó esta vez. Se limitó a esquivar los golpes y a mirarla con intensidad. Cuando el sable de luz amarillo estaba a punto de rozar su cabeza, el guerrero detuvo la mano de ella en el aire. El arma cayó al suelo y Rey intentó alejarle usando la Fuerza. Pero Ren no cedía un centímetro. Sus cuerpos se aproximaron lo suficiente como para que él la abrazara. Ante este contacto, ella flaqueó. Ya no había nada que se interpusiera entre ellos y sus rostros estaban muy cerca. La sorpresa inundó el rostro de Kylo cuando ella le besó. Pero esta vez no había miedo ni timidez, fue un beso apasionado y largo, cargado de deseo contenido. El Ren del sueño respondió con igual necesidad. Cuando se separaron, a ambos les faltaba el aliento y Rey había cambiado: ya no iba vestida de blanco, sino que llevaba una larga capa negra con capucha. Su ojos estaban enmarcados por oscuras ojeras y sus manos eran largas y esqueléticas. La chica se miró el atuendo que llevaba y gritó, desesperada. Se despertó.

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Respira
RomanceRey se enfrenta a una nueva vida después de la muerte de Ben Solo. Como la última Jedi que queda con vida, tendrá que fundar una escuela donde entrenar a nuevos Padawans. Pero el recuerdo de Ben la tortura y una nueva amenaza surge en los mundos des...