Finn mantenía el arma desenfundada y apuntando al cuerpo inmóvil de Kylo Ren desde que salieron de la zona enemiga. No apartó en ningún momento los ojos de él, tanto que le lloraban por no parpadear. No se fiaba de aquel tipo. No sabía qué estaba haciendo allí y por qué ellos habían colaborado en su rescate. El asesino de Han Solo. El artífice de la destrucción de tantos mundos y la muerte de muchísima gente inocente estaba allí con ellos, huyendo, como un rebelde más. Aquel sinsentido le enfureció. Tenía necesidad de ir a la cabina de mandos y decirle a Rey lo que opinaba de todo aquello, pero la Jedi era tan terca como poderosa y no estaba en condiciones de llevarle la contraria. Tampoco entendía por qué Chewie había decidido tomar partido por el hombre que había matado a su mejor amigo... La cabeza le iba a estallar, así que decidió sentarse y resoplar. No podía hacer nada más por ahora y se sentía terriblemente cansado.
En ese momento, Rey abrió la puerta de la cabina y entró. Ni siquiera le dedicó una breve mirada a Finn, sino que se arrodilló ante Kylo Ren, preocupada y nerviosa. El ex soldado de asalto volvió a resoplar, esta vez sin disimularlo un ápice. Rey le miró, intentando sosegarse.
- Finn. Entiendo cómo te sientes pero si te digo que Kylo Ren está aquí por una razón, te ruego que le des algo de credibilidad a mis decisiones. Lo he hecho por algo.
Finn asintió, tratando de contener su lengua. Si empezaba a hablar, se iba a meter en un problema con su amiga, y era lo último que quería, pero aquello era demasiado para él. No tenía tanto aguante. Sin poderlo evitar, se levantó.
- No cuestiono que le hayas traído con un propósito, Rey, pero me pregunto qué es tan importante como para salvar al Líder Supremo de la Orden Final. Un Sith. El asesino de Han. Un genocida... Un bastar...
Rey se cuadró ante él, con el cara enrojecida por la ira y le puso la mano en la boca, silenciándole. No iba a permitir que le insultara, eso sí que no.
- He traído a Ben Solo, hijo de la general Leia Organa y Han Solo. He traído al hombre que dio su vida en Exegol para devolverme la mía. ¿O acaso no lo recuerdas?
Finn respiró hondo, frunciendo el ceño. Rey les había contado muchas veces lo que había sucedido, pero en todo momento habló de Ben Solo en pasado. Se había sacrificado por ella, así que no entendía qué hacía allí y quién era realmente.
- Pero murió en el abismo, tu misma nos contaste que te entregó su energía vital. Ben Solo desapareció. Este tío sólo tiene su cuerpo, nada más...
Rey se dio la vuelta, contrariada. Se agachó y le apartó el pelo de la frente a Kylo, que continuaba inconsciente.
- No tienes ni idea, Finn. Ni idea. Palpatine o lo que queda de él fue a Exegol para resucitar a Ben. Su energía vital no desapareció, sino que sobrevivió en el Mundo entre Mundos. Yo también fui allí para traerle de vuelta, pero llegué tarde. Mortis, un acólito del Emperador, le resucitó y borró su memoria. Ben cree que vuelve a ser Kylo Ren. No se acuerda de lo que sucedió, pero yo debo ayudarle a recuperar sus recuerdos. Solo con él como aliado podré acabar con Mortis.
Finn la escuchaba, con los ojos muy abiertos y completamente perdido. Rey abrazó a su amigo.
- Sé que todo esto te parece una locura, pero te pido que confíes en mí. Chewie ha puesto rumbo a Ahch-To. Allí fue donde dejé el Halcón. Nos tenéis que dejar allí, debo quedarme con él y mostrarle el camino de vuelta a su verdadera identidad. Sólo podré hacerlo en esa isla. Y después regresaremos.
Finn le devolvió el abrazo, algo más calmado, aunque seguía sintiéndose extraño con la nueva situación. Pretender que la presencia de Ren en sus filas como un aliado más le pareciera normal era algo complicado en ese momento. Como si le leyera la mente, Rey se separó de él y le susurró:
- Comprendo cómo te sientes. No espero que lo entiendas, solo que me escuches y me dejes hacer lo que debo, Finn.
Finn asintió a regañadientes y miró de nuevo a Ren. Suspiró.
- ¿Estarás bien? ¿Por qué no nos quedamos contigo Chewie y yo?
Rey negó con la cabeza.
- Estaré perfectamente. Y no, no quiero que os quedéis. Esto es algo entre Ben y yo. He de ponerle remedio sola y prepararme para lo que viene.
Rey sonrió. Finn le devolvió la sonrisa.
- Está bien. Voy a echarle una mano a Chewie. No tardaremos en llegar a Ahch-To.
Finn se dirigió hacia la cabina de mando y la joven se inclinó ante Kylo. A pesar de que seguía dormido, su respiración parecía más profunda y calmada. Quería utilizar su energía vital para sanarle, pero estaba demasiado debilitada después de la lucha para hacerlo y tenía miedo de perder la consciencia. Agotada, se sentó. Las emociones le atenazaban la garganta, una mezcla de miedo, esperanza y confusión. La Resistencia había venido a buscarla en una misión suicida y ahora ella, en lugar de acompañarles, se desviaba para sanar al que había sido su principal enemigo durante mucho tiempo. Nada parecía tener sentido, pero el camino de un Jedi nunca era fácil y no siempre era comprensible para el resto. Rey era consciente y por mucho que aquello le doliera, no tenía más remedio que continuar con su misión. Sabía que había hecho progresos, pero quedaban grandes desafíos por delante. Rogó por llegar pronto a la isla. Necesitaba descansar en el que ya se había convertido en su refugio. Quería dormir y reflexionar. Y también encontrar la ayuda de sus maestros. Sabía que estarían esperándola.
La nave no tardó en tomar tierra en la costa de Ahch-To. Finn y Chewie le ayudaron a trasladar el cuerpo de Kylo Ren hasta las estructuras de piedra situadas en lo alto de la loma, desde donde se divisaba un hermoso anochecer. La luz mortecina lo inundaba todo de reflejos irreales, en el mar y en la hierba. Una calma casi antinatural flotaba en el aire. Finn respiró hondo antes de iniciar el descenso y abrazó a su amiga.
- Prométeme que nos contactarás todos los días.
Rey asintió.
- Y vosotros prometedme que le explicaréis a Poe lo que está sucediendo y por qué no he vuelto. Estaré bien. Dadme unos días y me tendréis a vuestro lado.
Chewie gruñó y los abrazó a los dos, arrancándoles la risa. Las lágrimas inundaban los ojos de Rey cuando se separaron.
- Gracias por todo, chicos. Sin vosotros no lo habría conseguido.
Finn hizo un gesto con la mano, quitándole importancia, mientras Chewie empezaba a bajar las múltiples escaleras excavadas en la roca. Rey se despidió de ambos con la mano mientras sus figuras se hacían cada vez más pequeñas en la distancia. Después suspiró y contempló, fascinada, los últimos rayos del sol ocultándose en el mar. Estaba en casa.
Se introdujo en una de los refugios de piedra y comprobó que Kylo seguía inconsciente. Le acarició el rostro con suavidad, deslizando el dedo por la cicatriz que lo cruzaba. Ambos debían descansar. Al día siguiente, si no se había despertado, ella podría darle parte de su fuerza vital. Ahora no tenía más remedio que dormir. Tapó el gran cuerpo del guerrero con una manta y salió de allí para pasar la noche en otra de las estructuras, la que estaba horadada por el bláster y que había sido su espacio desde que pisó la isla por primera vez. Hacía ya una eternidad de aquello.

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Respira
Storie d'amoreRey se enfrenta a una nueva vida después de la muerte de Ben Solo. Como la última Jedi que queda con vida, tendrá que fundar una escuela donde entrenar a nuevos Padawans. Pero el recuerdo de Ben la tortura y una nueva amenaza surge en los mundos des...