Capítulo diecisiete.

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Capítulo Diecisiete.

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Luego de terminar de ver la película mis ojos se estaban cerrando cada vez más, mi cabeza estaba recostada por alguna razón al pecho de Jeremy. No sé en qué momento me acomode tanto a él, pero no negaré que es cálido y me relaja su respiración. Jeremy acariciaba mi cabello o mis manos cuando cerraba unos segundos los ojos. Al terminar la película ambos nos estiramos, lo observó solo para ver como apaga la tv, se dirige a mí y me ofrece su mano. Al levantarme lo acompañó a apagar la luz de la sala y luego nos dirigimos a una de las cuatro puertas que tenía la casa, estando cada una situada en un pasillo donde fotos polaroid, fotos en familia y algunos cuadros decoraban las paredes.

Al abrir la puerta, pude ver un amplio, lindo y ordenado cuarto. Un escritorio con algunas partituras y cuadernos era lo que se veía frente a la ventana, a un lado del escritorio había una biblioteca donde algunos autores y títulos me eran conocidos, pude ver cómo había unos sillones junto a un cómodo sofá con una mesa pequeña al frente, donde a su alrededor habían tres guitarras más un ukelele. La cama eran inmensa, podría jurar que el triple de la mía y hasta más, una alfombra cómoda adornaba el centro de la habitación junto a la luz que era bastante cálida, pude ver dos puertas, una de madera con la que supongo que es el baño y otra corrediza donde por los reflejos veo que el es armario, en la pared detrás de su cama había un hermoso cuadro rectangular de la figura de una mujer de espaldas, totalmente desnuda en un hermoso paisaje mirando a lo lejos a una silueta masculina poco visible.

Jeremy se acerca a mí colocando su mano en mi cintura, me doy cuenta que probablemente ese sea su lugar favorito, ya que no a dejado de tocarla durante el tiempo en el nos besamos o cuando nos acurrucamos en el sofá de la sala.No pongo queja alguna, porque de alguna manera el toque de su mano en mi cuerpo solo me gusta.

—¿Es hermosa verdad? —Pregunta al ver lo embobada que estoy por el cuarto, es simplemente fascinante el realismo de la pintura, como la espalda y el cabello de la mujer es tan real. E incluso como el paisaje armoniza tanto en colores con lo cálido de la piel de la mujer, incluyendo lo misterioso que se logra ver la silueta masculina.— Lo pintó mi hermano.

Sorprendida volteo a mirarlo, pensé que la pintura era comprada por algún pintor muy famoso.

—¿Tú hermano pintó aquella obra? —Asiente sonriente— ¿Cómo aprendió a pintar así de profesional?

—Desde pequeño le ha gustado mucho el arte, recuerdo que una vez le dio un ataque de locura cuando tenía unos diez años y con el dinero que ganó cuando jugaba cartas de Yu-gi.oh con sus amigos, apostaban dinero y compró muchas muestras de pintura y otros dos pequeños baldes de pintura blanca y negra. Recuerdo que mi bicicleta y la de él casi era bañada por aquellas pinturas viejas, pero mi hermano pasó todas sus cosas a mi cuarto y empezó a tirar las muestras de pintura en una pared. —Una sonrisa escapa de los labios de Jeremy cuando volteo a verlo, todavía tengo el asombro, pero su historia me hace reír ya que Ángela tuvo un arranque así en su adolescencia. —Yo simplemente estaba asustado pensando que nuestros padres nos regañarían y más a mi por ser su cómplice y por no decirles como mi hermano ganaba dinero, pero Jacob ignoró todos mis regaños de niño asustado y empezó a crear un bonito dibujo de niños en bicicleta desparramando pintura en una calle blanca, éramos nosotros dos. Y cuando lo terminó estuve tan malditamente asombrado que duré meses llamándolo Picasso.

Reí ante lo último, la relación que mantiene Jeremy con su hermano es muy linda. Son cercanos y trabajan juntos, supongo que como cualquier hermano se molestan o insultan entre ellos, pero por lo visto ambos se quieren.

—¿Tú hermano no quiso estudiar arte? —pregunto llena de curiosidad, Jeremy aleja su mano de mi cintura para dirigirse a el armario, ya abierto es sorprendente lo grande que es, y hasta tiene espacio sin llenar.

—Sí, pero cuando estuvo cuatro meses en la universidad, llegó un día en el que dijo: "No es lo mio, no puedo hacer algo jodidamente hermoso y asombroso si no estoy inspirado. No soy como mi profesor guía, que con cualquier tipo de cuerpo femenino ya hace magia en el lienzo, tampoco soy como los idiotas de mi clase que necesitan tener el puto olor a marihuana para hacer algo en el puto lienzo. No soy yo cuando pinto, no tengo inspiración y solo soy la misma mierda cuando se queda en blanco, necesito una musa o lo que sea, menos algo que me haga ver hasta Dios. Por que si lo veo me dirá que estoy muy jodido o medio muerto." —Reí ante su imitación, él sacó una camisa y un bóxer a lo que que le agradecí cuando me lo entregó. Fue un momento al baño a lo que aproveché para empezar a quitarme la ropa.

Doy media vuelta, mirando lo bonito que se ven algunos edificios desde lo alto, y también como las luces de la ciudad se ven como pequeños puntos, pareciendo así como luciérnagas iluminando lo oscuro de la noche. Quito mis zapatos, para luego desabrochar y bajar mis pantalones, al quitarlos los doblo y los pongo en el respaldo del sofá, me quito la camisa y puedo sentir como mi piel se eriza por el frío que empezó a llegar a mi pecho, colocó rápidamente la camisa que Jeremy me dio y el bóxer que me quedan prácticamente como unos short. Al voltearme doy un respingo del susto que Jeremy provocó en mí, estaba parado tan tranquilo recostado en el marco de la puerta con una sonrisa traviesa en su rostro.

Pero el susto se me fue rápidamente cuando lo vi solo un pantalón de pijama que le quedaban un poco más bajos, dejando ver parte de su pelvis siendo marcada por una V. También como su abdomen estaba marcado y sus brazos están al desnudo, sus tatuajes por la luz hacían que se vieran realmente hermosos, los pude apreciar mucho más ahora.

—¿Me viste cuando estaba cambiándome? —la respuesta puede que sea obvia, pero me siento ahora un poco más nerviosa por su mirada.

—¿Cuándo desabrochaste tus pantalones muy sensualmente mientras mirabas hacia la ventana y como te quitaste la camisa de la manera más caliente? Pues creo que no, solo fui a dejarte un cepillo de dientes en el lavamanos. —Ríe mientras su mirada va a mis pechos, que por lo que vi momentos antes, el frío hizo el efecto de que endurecieron y se notaran por la tela. Sus labios son relamidos y solo pude sentir un pequeño escalofrío.

—Creo que viste todo en cámara lenta cuando saliste del baño, porque fue el cambio de ropa más rápido que he hecho. —Me voy acercando a su dirección y puedo ver cómo sus pupilas se ven un poco más dilatadas en sus ojos miel y como esa sonrisa no desaparece de sus labios.

Al estar a su lado, sujeta mi cara entre sus manos para regalarme un corto pero muy sutil beso con una mordida en mi labio inferior.

—Te espero en la cama. —Al terminar de decirlo se aleja sin más, por mi parte yo solo entro al baño sintiéndome completamente nerviosa.

¿Quién es la novia de Jeremy?|Saga Reynolds, Libro#1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora