Capítulo Veintisiete.
Parte III.
-¿Te tengo que regalar libros más +18 o tengo que esperar a que cumplas los veintiuno para regalarte los +21? -ruedo los ojos por el comentario de Luca, su novio Harry ríe de lo que dice mi hermano. Siento como el chico me da una palmada de aliento en el hombro, desde que lo conocí hace unas horas me ha caído bien.
-Ignóralo, bonita. Leer y fantasear cosas de los libros es lo más normal, yo lo he hecho.
-Pero decirlas es otra cosa... -Dice mi hermano, bebiendo de su trago.
-Pensé que solo iba a estar con los idiota aquellos, pero me tenían con tanto suspenso que no se me ocurrió que estuvieran acá. -Agarro dos shots de la bandeja que tenía la mesera y me los tomo de golpe. Arrugo la cara por el sabor, pero paso el trago tranquilamente. Las burlas de mi hermano no cesan y su novio solo trata de no reírse.
Siento las manos de alguien en mi cintura y al voltearme veo a un sonriente Gian regalándome besos en las mejillas. Lo abrazo con efusividad todavía teniendo el peso de la mirada de alguien que no mencionaré, él sonríe diciendo que cierre los ojos. Ruedo los ojos haciéndole caso. Por lo menos no hablaré de personajes literarios y de las cosas que quisiera que me hagan.
-Ábrelos. -Al abrirlos veo unas hojas con capturas de su blog, capturas precisas donde yo le comentaba los post dando mis puntos de investigación. Incluso, enviando investigaciones de algunos casos que la policía nunca termino de resolver. Lo miro por un momento a lo que él solo sonríe tomando uno de los tragos del bartender.- Creí que sería memorable, recordar a la chica que comentaba mis publicaciones y me mandaba mensajes con sus propias investigaciones. Donde la gente comentaba que éramos periodistas de primera sin que supieran que recién estábamos comenzando la carrera.
Lo abrazo con mucho cariño, dándole un beso en la mejilla. -Muchas gracias, Gian. Creo que hasta lo enmarcare.
Veo como sus mejillas se sonrojan y me regala sus tan características sonrisas. Me alejo de él poniendo su regalo en uno de los bolsillos internos de mi abrigo, pero mis amigas me invitan a la pista donde la mayoría está concentrado bailando y gozando la fiesta. Antes de ir, le dejo mi abrigo y pertenencias a mamá, quién está sentada en las piernas de mi padre. Ella simplemente asiente obligándome a ir rápido al centro de baile comenzando a mover las caderas al compás de un remix de Feel Somenthing y Still Don't Know My Name. Rebeca, Lara y Erika se unen, y de alguna forma nos movemos a la perfección con el ritmo de la música. Mis caderas se mueven trazando círculos, paso mis manos por mi cintura subiendo hasta mis pechos y acariciando ligeramente mi cuello, llevo la cabeza hacia atrás mirando al hombre que me tiene en un torbellino de emociones. Su mirada no se despega de la mía y eso solo me hace sentir millones de sensaciones en todo mi cuerpo, pero no hemos hablado. Todo el Equipo R y los cuatro integrantes me han saludado y yo he hecho lo mismo cuando me topo con alguno, he bailado con casi todos. Hasta con mis abuelos, quienes están animando Alex a que se terminen media botella de Vodka -la cual Marie se la sostiene estando igual de ebria que los demás-, Betty y Andrew son otros de los que se gozan la fiesta con gritos y mucho baile. Mi objetivo me mira con determinación, como un cazador encontrando a su presa. Camina hacia mí y quién me sostiene ahora la cintura es Adam, simplemente sonrío volteándome y bailando al mismo ritmo que él, el loco mejor amigo de mi hermano menor es un amante de las fiestas y excelente bailarín.
-¿Cómo te está yendo tentando a quién parece un demonio en estos momentos? -susurra en mi oído, me hago la desentendida. -El cantante Jeremy Reynolds, te está comiendo con los ojos y con los mismos ojos con lo que te devora, también está masacrando a cualquier chico que te abrace, salude o baile contigo. ¿Le mentirías al sabio Adam de que no te haz dado cuenta o simplemente lo seguirás tentando hasta que explote?
ESTÁS LEYENDO
¿Quién es la novia de Jeremy?|Saga Reynolds, Libro#1.
Storie d'amoreLa música era el método de escape de Jeremy Reynolds desde que era niño, podía conectarse y centrarse con solo componer y escribir canciones. Su hermano siempre lo ayudaba, y tras una pelea en la escuela junto a una semana de castigo conoció a los c...