Capítulo cuatro.

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Capítulo Cuatro.

Desperté con un punzante dolor en mi cabeza y un mal sabor de boca, y no solo por el aliento mañanero. Estaba desorientada y sentía como mi cabeza palpitaba a más no poder.

Agradezco eternamente de que sea sábado y que no tenga que trabajar porque sería un dolor en el culo ir con resaca, y sumándole algo más; es poco profesional.

El reloj de mi pared marcaba las diez y quince de la mañana, gruño al sentir que mi cabeza duele cada vez más que intento moverme. Con un poco de esfuerzo me logro levantar e ir al baño de mi habitación, al mirarme en el espejo me sorprendo con mi horroroso reflejo.

Mi cabello rizado está esponjado y demasiado alborotado, un rastro de saliva seca en mi mejilla, mis ojos prácticamente negros por el rimel corrido —donde parezco un mapache— y en mis labios se logra ver un poco del brillo corrido por los laterales.

Me sorprende que todavía tenga brillo labial.

Abro un cajón del lavamanos de mi baño para buscar alguna pastilla para el dolor de cabeza. Al conseguirla la tomo y me dedico a lavarme la cara para quitar los restos de maquillaje y cepillar mis dientes.

Mi cabello seguía como si un huracán hubiera pasado por ahí, suspiro y decido darme una ducha anti-resaca.

Mientras el agua tibia caía por mi cabeza y mojaba todo mi cuerpo me di cuenta de que recuerdo pocas cosas de con quién bebimos. Solo recuerdo que Dav nos dijo si podíamos ir a un bar a platicar y conocer más a fondo a su pareja, pero el bar estaba repleto de gente, algunos tenían una zona exclusiva y era un jaleo de gente que quería entrar ahí. Nosotros solo nos sentamos y dijimos que beberíamos con prudencia, pero luego todo valió mierda.

Otros chicos se pusieron a celebrar con nosotros y de resto todo se me hace borroso, ni me acuerdo si dijeron sus nombres o que mierda. Otra cosa que recuerdo es que Valerie se quedó dormida, Ángie estaba en proceso de aquello cuando llegamos al apartamento, le dije que la ayudaría a subir, ya que estaba un poquito más cuerda que ella, sorprendente ha decir verdad.

Cuando bajé del carro me tambaleaba, pero me las arreglé para llegar al lado de la puerta de Ángela y abrirla, pero ella solo me dijo que esperaba a su amiga Nat ya que ella la iba a ayudar, provocando así que me cierre la puerta. La risa de David fue estruendosa, haciendo que se despierte Valerie, al insistir y tocarle la ventana a Angie, le digo que la iba a ayudar—diciéndole que era Nat— y ahí accede.

Pero me había dicho que una loca quería ayudarla y le dijo que ya tenía quién la ayudara.

Cuando tocamos el apartamento, me despedí de ella cuando la deje en su cama, luego de eso recuerdo que caí dormida en la mía.

***

Estando un poco más cómoda voy a la cocina para hacer algo de desayunar, reviso la habitación de Ángela al darme cuenta de que escucho el sonido de una arcada.

La que tiene una resaca horrorosa es ella.

Hago unos huevos revueltos y caliento pan para las dos. También sirvo un poco de jugo de manzana para ella, porque es el único que tolera cuando se pone así, por mi parte solo sirvo café con leche.

Espero a Ángela y cuando la veo salir de su habitación ella tenía una manta en su cabeza, con ojeras debajo de sus ojos, el maquillaje corrido y una cara de pocos amigos.

Le tiendo el jugo y le doy un plato con su comida, ella hace una mueca.

—Después de una borrachera es bueno tener algo en el estómago, toma eso —señalo el jugo—. Es tu favorito, en el almuerzo le diré a Dav que nos traiga algo, sabes que él cocina muy bien cuando tenemos resaca.

¿Quién es la novia de Jeremy?|Saga Reynolds, Libro#1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora