Capítulo treinta y uno.

180 19 6
                                    

Capítulo Treinta y uno.

Mis labios tocan los suyos en un beso delicado, acaricio parte de su cabello entre mis dedos cuando nuestro beso se intensifica. El roce de su lengua contra la mía, es por mucho, una sensación increíble y burlonamente muerdo ligeramente su labio inferior. Él sonríe para volver a besarme sujetando mis mejillas, acercándome a sus labios. Pero simplemente le doy un pequeño pico para besar sus mejillas luego.

-Si seguimos así no podrás descansar para irte a Manchester. -Digo cerca de sus labios, él solo gruñe besándome otra vez.

-Quiero besarte -vuelve a besar mis labios-, y volver a estar desnudos... -nuevamente vuelve a besar mis labios, rio entre besos para finalmente separarme de él.

-Tendremos más tiempo para hacerlo, pero si estamos como ayer y hoy no creo que descanses para el viaje. Lo digo porque recién me estoy dando cuenta que tenemos delirios de conejos. -La carcajada que sale de él me hace reír, la verdad es que Jeremy y yo hemos tenido mucho sexo. Tanto que nunca me creí capaz de soportar tantas rondas, pero no me quejaré porque realmente me gusta esta parte nueva de nuestra relación.

No sé si estamos en la parte del noviazgo donde no podemos mantener las manos quietas o si estamos en la parte donde no queremos separarnos porque compartir tiempo juntos es divertido. Su cumpleaños se acerca, lo sé porque las fans en Twitter están contando los días para su cumpleaños y según mis cálculos lo celebraremos en Liverpool ya que luego de la última presentación de la gira se celebrarán unas nominaciones y luego harán un segundo concierto benéfico por las manifestaciones que ocurren en Latinoamérica.

-Te veo pronto, preciosa.

-Lo mismo digo, amor. -Contesto dándole un último beso para salir rápidamente de su auto, me despido con la mano de su guardaespaldas y por el vidrio veo que me hace el mismo gesto. La nota mental que tendré a partir de ahora es que cada vez que salga con Jeremy tendré ropa interior de repuesto, o tener una muda de ropa en mi bolso porque ya creo que es costumbre quitarle algún bóxer o camiseta.

Saludo con la mano a Mara y Adolf quienes están manteniendo una conversación baja con las manos sujetas, él señor me devuelve el gesto solo para volver la atención a la señora. Señalo mis pulgares con un guiño en el ojo a la susodicha quien solo me mira con sorpresa y vergüenza. ya luego hablaremos de los nuevos chismes.

Camino alegremente por el pasillo hasta sacar la llave de mi apartamento, realmente han sido dos días realmente bonitos. Mi novio y yo compartimos mucho, tuvimos mucho sexo, hablamos hasta por los codos y le pude contar por encimita mi tesis. Realmente está interesado. quiere leerla completa pero no se lo he permitido.

Antes de abrir la puerta puedo escuchar un par de voces, reconozco la de mi mejor amiga pero la otra no. Es una voz grave, parece que están dialogando, discutiendo o no sé cuánta cosa más. ¿Qué hace Ángela con un tipo? ¿Es Jacob? No lo creo, su tono de voz no es igual.

Sin más abro la puerta y me encuentro con mi mejor amiga con una bata de seda roja, el cabello revuelto y algo transpirada. No pasa desapercibido el color rojo de sus labios y mejillas evidenciando que estuvieron haciendo muchas más cosas, cosas no inocentes. Porque el acompañante de Ángela está con la misma transpiración, labios rojos por los besos y la espalda llena de arañazos. El hombre es guapo, se ve mayor que nosotras, pero realmente me sorprende cómo luce. No sé exactamente quién es, pero su rostro se me hace conocido de algún lugar.

¿Mi amiga tiene un sugar daddy buenorro y no me dijo?

-Oh... ¿interrumpo? -digo un poco alto, mi amiga me mira con vergüenza. No sé si es porque la atrape en pleno acto o porque acabo de descubrir su secreto.

¿Quién es la novia de Jeremy?|Saga Reynolds, Libro#1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora