CAPÍTULO 19. ICA ES CAPTURADA POR LOS PERSEGUIDORES

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   Tsa-ju-jmi, Tsa-ju-jmi,

Escuchó Ica con claridad.

Se revolvió en la hamaca donde dormitaba tras el desayuno y se dejó llevar por los recuerdos que se agolparon en su mente como en caleidoscopio.

Se vio de niña nadando desnuda en un río.

Presentando un trabajo escolar en su secundaria de Salem.

Abrazando a su madre adoptiva en su graduación de Yale.

Después, con vigorosa plenitud, el recuerdo del abrazo del reencuentro con su madre natural, terminó con el desorden y llenó toda la escena.

Anna, quien había iniciado el enlace telepático con Ica transmitiéndole la palabra que fue asimilada como Tsa-ju-jmi, reaccionó con una rápida y profunda aspiración.

El Doctor Souza se inclinó asombrado sobre el monitor de su terminal de trabajo.

- ¿Qué pasa Doctor? -Mariana preguntó sin mucha esperanza de ser atendida, por lo que de inmediato insistió-

¿Qué pasa? -Tampoco obtuvo respuesta y optó por callar-

Souza caminó hacia Anna y al llegar donde ella vio que los indicadores de sus signos vitales ya mostraban normalidad.

Se limitó entonces a contemplarla.

Tenía cerrados los ojos y respiraba con normalidad esbozando una sonrisa tranquila y agradable.

Casi de inmediato abrió brevemente los ojos y cuando vio a Souza le comentó.

- Esto es magnífico, estoy viendo lo que piensa la señora Mitchell.

Volvió a cerrar los ojos y siguió diciendo.

- Está abrazando a su madre, pero es raro porque la señora que abraza es muy morena y de pelo blanco, ¡está bien viejita!

Las dos están llorando y la Señora Mitchell está muy, muy contenta.

Mariana, quien a diferencia del doctor Souza sí había recibido de Santillana la información sobre los padres naturales de Ica, y había sido alertada sobre la posibilidad de que viajara a México, dijo en voz alta.

- ¡Mitchell está en Usila!

Gracias Anna, estas siendo realmente de mucha utilidad.

El doctor Souza le dedicó una severa mirada por irrumpir en la sesión telepática de manera tan imprudente.

Anna abrió los ojos para balbucear.

- De nada, pero acabo de perder contacto gracias a ti.

Mariana dio la espalda a Anna y a Souza gesticulando un mohín de niña chiqueada mientras salía presurosa del laboratorio para dirigirse a las oficinas del director a reportar el importante descubrimiento.

- ¡Señor! Ica Mitchell está en Usila con sus padres naturales

¡Si queremos retenerla esta es la mejor oportunidad!

- ¡Excelente noticia!

El director tomó su radio teléfono.

- Carlos, Mitchell está en Usila.

Pon en marcha el plan.

Dos horas después Carlos Santillana y dos de sus asistentes abordaron un vuelo comercial que arribó a Veracruz a las tres de la tarde de ese mismo día.

Para entonces ya habían llegado a Usila cuatro pistoleros procedentes de Orizaba, quienes arguyendo ser de la policía judicial montaron dos retenes de inspección para detener y revisar todos los vehículos que salían.

LA SOCIEDAD SECRETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora