CAPÍTULO 21. ANNA E ICA SE CONFABULAN PARA ESCAPAR.

4 1 0
                                    

   Cuando Anna entró a la habitación que compartía con Ica la encontró en el recibidor leyendo El Quijote.

El título se mostraba en la pasta con grandes letras.

- Ica, vengo del laboratorio pero aunque el doctor Souza y Mariana piensan que logré hacer contacto con usted, en realidad establecí comunicación telepática con mi hermano.

- ¿Quién ese doctor que mencionas?

- Es el que me entrena, pero me cae muy gordo.

Anna optó por no entrar en detalles sobre sus experiencias con Souza porque incluían pasajes que le avergonzaban, y no quiso arriesgarse a perder la confianza de Ica.

Soltando ese complicado asunto se centró en la telepatía.

- ¿Usted sintió algo?

- Nada.

- Suponía que no había sentido nada porque no alcancé ni a pensar en usted.

Apenas me senté oí la voz de mi hermano.

- ¿Oyes voces? A mi me pasa igual.

- No siempre.

Con usted sentí sus emociones, pero con mi hermano es distinto porque él es quien inicia la comunicación y pues... me habla y yo le contesto.

¿Usted escuchó mi voz?

- Voces... sí, pero en ocasiones he creído escuchar a mi padre, y otras pues... ahora creo que sí, escuché tu voz, pero como no te conocía....

¿Podrías intentar algo así ahora?

- Pues no sé si se pueda, pero supongo que si las dos cooperamos las cosas deben de facilitarse.

¿Qué le parece si nos ponemos de acuerdo en un tema y yo trato de transmitirle lo que pienso?

- Bien, pon el tema.

- Pues... bueno, estoy pensando en como podemos escaparnos.

Ica abrió desmesuradamente sus ojos y con una expresión de sorpresa animó a Anna para que prosiguiera.

- Yo pensaré en como creo que podemos hacerlo e intentaré transmitírselo telepáticamente.

Usted solo concéntrese en mí y trate de escuchar lo que pienso.

Ambas cerraron los ojos, e Ica esbozó una pícara sonrisa que se borró mientras su concentración aumentaba.

Un minuto más tarde Ica dijo con entusiasmo.

- ¿Escondernos en un librero? ¿Es eso?

¿Piensas en que nos escapemos escondiéndonos en un librero?

- ¡Exacto! ¡Es fantástico! ¡Sí pudo! ¡Sí pudimos!

Anna empezó a caminar alrededor de uno de los sillones levantando las rodillas en alto mientras repetía en voz alta.

- ¡El pueblo unido, jamás será vencido!

¡El pueblo unido, jamás será vencido!

Ica soltó la carcajada y haciendo esfuerzos por controlarse, trató de explicar sin crear confrontación, que esa frase y tonada no eran de su agrado.

Aunque originalmente habían sido inspiradas en apoyo a la candidatura de Salvador Allende en Chile, poco a poco se habían convertido en un himno de los movimientos izquierdistas de todo el mundo, pero principalmente de los árabes.

LA SOCIEDAD SECRETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora