CAPÍTULO 25. LOS PREPARATIVOS FINALES DEL RESCATE

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   Anna echaba de menos las comunicaciones con su hermano y lamentaba no poder preguntarle a su mamá al respecto porque sabía que todo lo que decían era grabado y revisado.

Platicaban dos veces al día, como desde el principio.

El único tropiezo fue cuando no contestó el teléfono por haber estado escondida en la oficina del obispo para husmear en la conversación que sostuvo con Hermenegildo Ángeles.

En esa ocasión fue providencial que Mariana hubiera estado montando guardia frente a su habitación en lugar de estar escuchándolas.

De no haber sido así abría descubierto que no estaba en su habitación.

Cuando tuvo que dar explicaciones dijo que estaba en el baño y que no escuchó el teléfono porque accidentalmente lo había dejado en modo silencioso.

Se mantenía decidida a escapar, pero su ánimo se había deteriorado en la medida en que había descartado imaginativos planes de escape.

Conservaba dos opciones que solo podría implementar si recibía apoyo.

Una era someter a todos los que la vigilaban para salir caminando del edificio.

La segunda, saltar por una ventana para volar a la libertad.

Tenía que pedir ayuda.

Recuperar los enlaces con su hermano era su única posibilidad.

Decidió que debía preguntarle veladamente a su mamá la razón del silencio del su hermano.

- Hola m'a, hoy te retrasaste cuarenta segundos ¿qué te entretuvo?

- Ya tú ni la amuelas ¿qué me puede entretener si no hay nada más importante para mí que poderte escuchar todos los días?

¿Cómo estas hoy?

En estos días te he escuchado desanimada, no sé como describirlo, porque aunque sé que no estás en una situación placentera, antes te escuchaba como que más tranquila ¿algo ha cambiado?

- Nada mami, solo que los extraño mucho y no veo para cuando tendré la oportunidad de abrazarlos.

Dime de mi papá ¿sigue mal de su panza? y mi hermanito ¿en donde está?

- Tu papá sigue igual, pero es lógico con todas estas tensiones.

Tu hermano está bien, pero también te extraña mucho.

Oye, hace tiempo que te quiero preguntar esto.

¿Crees que nos permitan visitarte?

- No mami, para eso tendrían que darte la dirección de aquí y eso es algo que no van a hacer nunca.

Mejor platícame de Arturo ¿qué hace?, ¿va a la escuela?

- No, bueno sí, tu papá logró inscribirlo en el sistema abierto y va avanzando muy bien.

Lo sacamos de la escuela presencial porque necesitamos tener flexibilidad para viajar.

- ¿Sigue con sus terapias para la migraña?

Dulce María tuvo que pensar rápido sobre que responder.

Anna estaba mintiendo y seguro que no era por error.

- Las suspendió por un rato porque se enfermó de gripe.

Ha mejorado mucho, pero aun no está del todo bien.

Por cierto, como te dije te extraña mucho y bueno, espero que no te moleste, pero últimamente para referirse a ti siempre te dice bodoque, que si la bodoque estuviera aquí, que si nos acordamos cuando jugaba con la bodoque, que si la bodoque esto, que si la bodoque aquello.

LA SOCIEDAD SECRETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora