Berlín sonrió, odié esa sonrisa, Denver se nos quedó mirando, Moscú se quedó en shock y yo me dirigí a la rehén. La miré a la cara, ví que infló el pecho para respirar, y me dí cuenta de que no estaba muerta. Me quedé callada. No me pude quedar más tiempo con ella, ya que a Moscú le dió algo.
Empezó a respirar aceleradamente, y lo tuvimos que tumbar.
Oh, no. - Dijo Denver.
Llevarlo a una habitación, será mejor que descanse. - Dije yo.
¿Cómo sabes eso? - Me preguntó Berlín.
¿Porqué me dan ataques respiratorios cada semana? - Contesté, con ironía.
Tuve una idea: que Berlín se fuera con Moscú, y ayudar a Denver con la mujer.
Súbelo a la habitación de los chicos. - Ordené a Berlín.
Aquí el que da las órdenes soy yo. - Me dijo.
¿Por favor? - Le sugerí.
Hizo efecto. Replicó un poco pero hizo efecto.
Cogió a Moscú por el brazo y se lo cargó en el hombro.
Voy con vosotros. - Dijo Denver.
¿Te puedes quedar un momento conmigo? - Le pedí.
Me miró a los ojos y le guiñé el ojo.
Por favor. - Insistí.
Emm, vale. - Aceptó.
Berlín y Moscú salieron.
Tranquilo, tu padre se pondrá bien. - Le dije.
¿Por qué te has querido quedar? - Me preguntó.
Sé que no la has matado. - Le contesté, girándome a la mujer.
A Denver se le puso la cara blanca del pánico.
Tranquilo, Berlín no lo sabrá. - Le dije. - Pero ahora la tenemos que ayudar.
Y señalé a la chica.
Me dirigí a ella.
Hola. - La saludé. - ¿Cómo se llama?
Abrió los ojos. No me pudo ver la cara, pero me reconoció.
¿Eres Roma? - Me preguntó.
Sí, - contesté - ¿y usted?
Mónica Gaztambide. - Me dijo.
Encantada, Mónica. - Le contesté. - Denver y yo la vamos a ayudar.
Denver seguía de pie.
¡Vamos! - Le dije.
Reaccionó.
La cogió en brazos y salimos de allí.
¿A dónde la llevamos? - Me preguntó Denver.
¿Cuál es el sitio más seguro de la fábrica? - Le pregunté.
Las cámaras acorazadas. - Contestó la mujer.
Exacto. - Dije yo. - Yo voy delante, por si nos cruzamos con Berlín.
Los dos asintieron.
Empezamos a caminar. Mónica nos daba instrucciones para llegar a la cámara, ya que su amante era el director de esa fábrica y ella se sabía los caminos.
Llegamos en unos 10 minutos. Al llegar me dirigí a una puerta, giré una especie de rueda y entramos. La habitación era bastante grande.
Denver entró y dejó a Mónica en el suelo.
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Roma ~ La Casa de Papel
FanficQuién diría que de ser una chica a la que le gusta disfrazarse, pasaría a formar parte del atraco más grande de la historia. El Profesor había puesto 3 normas, pero las normas están para romperse, ¿verdad? ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~...