Entrada al atraco

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Por la mañana me desperté a las 10. Ya lo sé, bastante tarde. Pero el atraco empezaba por el mediodía. Cuando me desperté no me dí cuenta de donde estaba. Estaba muy dormida, y pensaba que estaba en mi cama.

Abrí los ojos. El Profesor estaba leyendo tumbado en su cama.

Buenos días. - Me dijo, al verme despertar.

En ese momento me dí cuenta que no estaba en mi habitación. Y en ese momento me dí cuenta que era el día del atraco.

¿Nerviosa? - Me preguntó, cerrando el libro.

Asentí y volví a cerrar los ojos, dispuesta a seguir durmiendo.

No vas a querer dormir más, ¿no? - Me preguntó. - El desayuno hoy era a la hora que quisieras, pero tendremos que reunirnos a las 11.

Tengo sueño. - Le contesté.

Nos quedamos un rato hablando sobre el tipo de libros que nos gustaba leer. Luego me fui a mi cuarto, me duché, me vestí y bajé a desayunar.

Cuándo llegué estaban Nairobi y el Profesor en un silencio bastante incómodo.

¿Y los demás? - Pregunté.

Los primero, buenos días. - Me contestó Nairobi.

Le sonreí.

Algunos ya han desayunado y otros ahora bajarán. - Dijo el Profesor.

Ah, vale. - Contesté.

Me quedé en silencio porque me gustaba verlos en un silencio incómodo.

¿A qué hora iremos hacia allá? - Le preguntó Nairobi al Profesor.

Yo cogí unas galletas y me senté en la mesa.

Hacia las 11 nos prepararemos para salir, así que llegaremos hacia la 1 o las 2. - Contestó el Profesor.

Nairobi asintió y acabó de desayunar.

¿Puedes pedirle a los demás que bajen, por favor? - Le pidió el Profesor a Nairobi.

Claro, Profesor. - Contestó ella.

Me dirigió una sonrisa y subió.

Oye Roma. - Me dijo el Profesor, cuando Nairobi ya no nos podía escuchar. - Te tengo que contar algo.

Me contó una historia sobre su abuelo. Que como yo era su hija, pues que lo debería saber. Me contó que su abuelo fue parte de la resistencia en italia, y su canción de resistencia era el Bella Ciao.

Por eso la pusieron cuando estaban aquí Berlín y él. - Pensé.

También me contó que el plan no lo había pensado él, sinó su padre. A su padre lo habían matado en un tiroteo, y él quería seguir su plan. Le prometí que haría todo lo posible para que el plan de su padre saliera bien, y llegaron los demás.

Acabamos de desayunar los que faltábamos y el Profesor nos dió las últimas indicaciones.

A las 11 ya estábamos todos preparados y a las 12 estábamos metidos en una furgoneta que nos llevaba a la fábrica.

Los chicos estaban discutiendo quién era el tío de la máscara. El Profesor había elegido a un hombre con el bigote muy largo. Lo identifiqué como Dalí, un pintor.

¿Y este quién es? - Preguntó Denver.

Un pintor. - Contestó Moscú, su padre.

Un pintor, de... - dijo Denver - .... ¿de pintar?

Me hizo gracia su comentario.

Sí. - Contestó Berlín.

Podrían haber elegido una máscara de algún dibujo. - Dijo Denver.

Roma ~ La Casa de PapelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora