Roma ~ La Casa de Papel

Andrés de Fonollosa

El primer día acabó sin más complicaciones. Yo, a las 4 de la mañana, me fuí a dormir. Me desperté el segundo día a las 9:00.

Me desperté, me duché y me puse ropa limpia. Pillé unas galletas para desayunar, y me dirigí al despacho de Berlín para que me recordara qué me tocaba hacer. Entré y me encontré a toda la banda (menos Oslo y Helsinki) reunida.

¿Qué hacéis aquí? - Pregunté.

Nos estamos organizando. - Me contestó Berlín. - Siéntate, por favor.

Me encogí de hombros y me senté al lado de Nairobi.

Estás despeinada. - Me susurró.

Me volví a encoger de hombros.

Me acabo de duchar. - Le dije.

Ya lo veo. - Me contestó. - Ven aquí, que te peino.

Giró su silla y me empezó a peinar. Yo, mientras tanto, escuchaba a Berlín y comía galletas.

¿Ya habéis acabado la sesión de peluquería? - Nos preguntó Berlín.

Nairobi negó con la cabeza, y yo sonreí.

A lo que iba. - Siguió Berlín. - Hoy vamos a acompañar a los rehenes a qué se graben para que manden un mensaje a sus familias. Lo harán en formato vídeo. Río, Roma y yo nos encargaremos de este trabajo. Los demás tendréis que seguir con vuestro trabajo: Tokio y Denver a vigilar rehenes, Moscú con el túnel, Nairobi con la impresión de dinero y ahora iré a avisar a Helsinki y Oslo.

Todos nos quedamos en silencio.

¡Vamos! - Dijo Berlín.

Todos los levantamos y yo me despedí de Nairobi. Bajé junto con Río y nos llevamos a algunos rehenes con nosotros.

La mañana pasó sin dificultades. A las 2 de la tarde me fuí del despacho de Berlín y él me sustituyó. Era mi hora de descanso.

Me fui a la habitación en donde estaba Nairobi.

Hola. - Saludé, y cerré la puerta.

Hola, Roma. - Contestó ella. - En media hora será mi hora de descanso.

Ah, bueno mejor. - Dije.

Pasó Tokio y se fue a la dirección en donde estaba Río con Alison.

La pareja se reúne. - Le dije a Nairobi, señalando a Tokio.

Reunión familiar. - Contestó ella, riendo.

A los 2 minutos escuchamos gritos de la habitación de al lado.

Parece que más bien es una discusión de pareja. - Le dije.

Asintió.

Voy a ver qué está pasando. - Le dije a Nairobi.

Que cotilla. - Me contestó, con una sonrisa.

Ya sabes que sí. - Dije, salí y cerré la puerta.

Me puse la máscara y entré a la habitación. Lo que vi fue preocupante. Estaban Río y Tokio discutiendo, y Alison grabándoles con el móvil.

¡La chica! - Chillé.

Río miró a Alison y le quitó el móvil rápidamente.

Volví a la habitación con Nairobi.

Tenemos un problema. - Le dije.

Me fuí a buscar a Berlín, el cual estaba en el despacho del director.

Berlín, tenemos un problema. - Le dije, quitándome la máscara.

Me miró con cara de sorpresa, y le conté lo que había pasado. Al acabar llamó al Profesor.