La misión

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Lo de Mónica no acabó ahí. Por el susto de que su hijo hubiera matado a alguien, a Moscú le dió una especie de ataque de ansiedad.

Propusieron salir a la terraza con algunos rehenes para que Moscú tomara el aire. Necesitaban atracadores, y la idea de salir con francotiradores (de la policía) apuntándote no era muy bonita, así que decidí salir yo.

La verdad, Moscú me daba pena, y mi vida no era muy bonita así que me daba igual si me disparaban.

Antes de salir, yo estaba nerviosa. Todos los rehenes llevaban máscaras y trajes, y nosotros también. Salimos unos 20 rehenes Moscú, Denver y yo.

Al salir y ver los francotiradores Arturito, el director de la fábrica, entró en pánico. Empezó a apuntarnos (con la pistola falsa), y nosotros nos tiramos al suelo. Era un táctica del Profesor. Así la policía se pensaba que quien nos apuntaba era un atracador y le dispararían a él.

Así pasó.

¡Levantaros! - Gritaba Arturito.

Sus gritos siguieron hasta que se escuchó una bala. Impactó en Arturito.

Rápidamente le quitamos la máscara y Denver y Moscú lo llevaron para adentro. Yo me quedé la última, guiando a los rehenes para que entraran. Antes de cerrar la puerta, escuché una bala que pasaba muy cerca mío. Cerré la puerta y me quedé aliviada.

¡Síganme, vamos! - Ordené a los rehenes.

Bajé, seguida de todos los rehenes. Los dejé con Río y me fuí a ayudar a mis compañeros, que estaban cuidando de Arturito.

Le intentamos vendar la herida, pero era muy difícil. Estábamos Helsinki, Tokio, Denver, Moscú y yo intentando hacer algo. Me dí cuenta que la estábamos liando mucho y decidí poner orden.

Calma. - Exigí.

Pararon y me miraron.

Tenemos que organizarnos, la estamos liando más. - Dije. - Helsinki, tú sabes que hacer, danos órdenes.

Helsinki se quedó sorprendido. Él recibía órdenes, no las daba.

¡Vamos! - Le dije.

Reaccionó.

Tokio aguanta aquí, Denver llama a Berlín, Moscú sujeta esto y Roma trae el botiquín 6. - Dijo.

Asentí y me fuí en busca del botiquín 6. Lo encontré a la primera. Volví con los demás y le di el Botiquín 6 a Helsinki.

Todos parecían muy ocupados, así que me fuí arriba para no molestar. Me fuí al baño, hice mis necesidades, y me dirigí hacia donde estaba Nairobi.

Me la encontré en la sala de siempre, revisando billetes.

Hola. - Dije, entrando y quitándome la máscara.

Parecía muy concentrada.

Hola Roma. - Contestó, sin levantar la mirada del billete que estaba inspeccionando. - ¿Qué ha pasado? He oído gritos.

Sí, bueno. - Dije. - Han disparado a un rehén.

Levantó la mirada. Pero solo para apuntar un número en el cristal de la habitación.

¿A quién? - Me preguntó.

A Arturo Román, Arturito. - Contesté.

¿El director? - Preguntó, y por fin me miró.

Asentí.

Y si tú estás aquí, ¿quién está con los rehenes? - Preguntó, como si hubiera tenido una revelación.

Roma ~ La Casa de PapelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora