14.

641 71 27
                                    

Julieta Cazzuchelli. [13/12/2014]

Me acosté en la cama después de ver a Tomás aspirando otra linea más de cocaína. No quería seguir viendo como se mataba y me mataba de a poco, así que decidí dormir. Cerré los ojos e intente conciliar el sueño, pero este no venía. No venía porque el sueño también me había abandonado.

— perdón, reina... — la voz hecha un hilo de Tomás se hizo presente en la habitación, yo por mi parte decidí seguir haciéndome la dormida — perdón, por ser como soy. — dejó un beso sobre mi hombro y apreté mis ojos — intento cambiar, pero a los dos días la vuelvo a cagar y vos no te mereces estar con un mierda como yo. — reflexionó y abrí mis ojos, se acurruco a mi lado y rodeó mi cuerpo con sus brazos — pero tampoco puedo permitir que te vayas y me dejes solo, te necesito.

— me necesitas porque las mil pibas con las que me engañas no se quedan como me estoy quedando yo hace un año. — respondí dándome vuelta y él se sorprendió al verme despierta — me necesitas porque no querés estar solo, pero ¿realmente me amas?

— ¿Mateo ya te llenó la cabeza en contra mío? — preguntó de mala gana y negué con la cabeza riendo de forma irónica — Julieta yo...

— ¿me amas o no me amas? — él asintió con su cabeza, sin ser capaz de decirme lo que realmente sentía — ¿entonces por qué me haces todo lo que me haces? empezando porque hace meses me dejaste morir sola en la cárcel y ni siquiera me pediste perdón. — le recordé y él bajó su cabeza, un poco apenado por la situación, nunca me había revelado ante él, pero ya no soportaba más estar perdida, tenía que encontrarme — y ni hablar de que me vivis engañando con la primera que se te cruce.

— porque soy así.

— no, esa no es una justificación Tomás, no sos un robot que fue configurado en modo sorete. — me senté en la cama y él me imitó, por primera vez me estaba prestando atención — ¿por qué te convertiste en este gil? si al principio... — recordé, llena de nostalgia y dolor  — eras..., no sé, distinto.

— ¿distinto, cómo? — preguntó, sin entender a que me refería.

— como si realmente me quisieras.

Un silencio invadió la habitación. Los ojos de Tomás por primera vez se llenaron de lágrimas y en cuestión se segundos quebró en llanto. Lo miré, con la mitad de mi corazón hecho en pedazos y la otra mitad todavía en mi mano, esperando a que él lo agarrara y vuelva a darle amor.

Murmuró un último perdón y eso fue lo que me impulsó a abrazarlo fuertemente, como si fuera la última vez que iba a hacerlo. Lo abracé y mientras él lloraba sobre mi hombro sentía que las cosas después de mucho tiempo iban a volver a estar bien.

— mi mamá, no nos abandonó. — confesó y lo alejé un poco para poder mirarlo a la cara — está presa, hace años, por matar a mi papá. — abrí mis ojos, sin poder creerme lo que me estaba contando, él desvió su mirada y nuevas lágrimas rodaron por su mejilla — vivo solo con mis hermanos, por eso nunca viste a mi viejo, por eso salgo a robar, por eso estoy con mil minas porque... — alzó sus hombros y volvió a mirarme a los ojos — tengo miedo de enamorarme al igual que lo hizo mi papá y terminar muerto, mi mamá lo mató, el amor mata y yo no me quiero morir.

— pensé que ya estabas enamorado de mí... — dije por lo bajo, pero lo suficientemente alto para que me escuchara, él pasó sus manos por mis mejillas y pegó su frente con la mía — el amor no mata Tomás, lo que tu mamá le hizo a tu papá, no fue amor.

— ella dice que sí, que lo mató porque lo amaba. — respondió y negué con mi cabeza — mi papá la engañó, una sola vez y ella al enterarse lo mató ¿entendes? porque si no era de ella, no iba a ser de nadie más y eso es lo que a mi me pasa con vos reina, sos mi punto débil, ya te dije, mi nadir, sos mía y nada más y esto... — nos señaló — es amor.

— ¿de verdad crees que lo nuestro es amor? — pregunté, con desconfianza y también esperanzada, él asintio — ¿entonces, me amas?

— con toda mi alma, pero si me descargo en otras es para no descargarme con vos, porque justamente te amo Julieta y quiero protegerte, de mí.

[02/09/2020]

Tomás creía que lo que le hizo su mamá a su papá fue por amor. Tomás creía que el amor era pertenecerle al otro y a nadie más. Tomás tenía una definición errónea del amor. Y a veces lo entendía, porque había tomado de ejemplo a sus padres y como no tuvo mejores referentes, repitió la historia. Casi. Porque a mi, por "amor", me había matado, lenta y dolorosamente, me había arrebatado mi corazón y se había llevado mi alma y también mi amor, con él.

Nadir | cro y cazzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora