Julieta Cazzuchelli. [02/09/2020]
Te rompes. De un día al otro te rompes. Crees estar en la cima de la montaña y algo, o en mi caso alguien, te termina empujando. Arrojándote al vacío. Para matarte, lentamente.
[08/01/2015]
Desperté; Mi mente estaba despierta, pero mi cuerpo seguía dormido. Intentaba abrir los ojos pero no podía. Sentí unas manos acariciar mi rostro y mis ojos se abrieron al instante cuando supe que no era Tomás.
Mateo estaba sentado frente a mí, en la cama de mi novio, pero este no estaba. Lo busqué por todos lados y no estaba. Se escuchaban risas desde el comedor y escuché la de él. Observé al rededor y pude ver que estaba atada a la cama. Negué con mi cabeza. ¿Por qué Tomás estaba riendo en el comedor y yo estaba atada a su cama?
— ¿estás bien? — preguntó Mateo, completamente preocupado, asentí con mi cabeza, llena de miedo. — te dije que no había cambiado absolutamente nada, mira hasta donde tuve que llegar para demostrártelo.
Lo miré sin entender y después de unos segundos caí. Sentí mi corazón romperse en pedazos. Sentí despertarme del sueño que había estado soñando. Sentí que me moría y nadie iba a poder salvarme esta vez. Ni siquiera Tomás, porque el me había matado.
Horas antes, estábamos los dos bailando. Abrazados. Nos estábamos queriendo, como desde el día que hablamos. Las cosas habían mejorado. Recordé y sentía que volvía a desvanecerme al hacerlo. Tomás fue a buscar un vaso de vodka para preparármelo con jugo, me prometió dármelo con más jugo y menos alcohol para que no me hiciera mal, pero lo vi. Vi como sacaba un sobre de su bolsillo y le echaba un polvo a mi vaso para después mezclarlo. Supuse que era por mi bien. Dijo que era para que volemos juntos. Volví a negar con mi cabeza al verme atada y a Mateo frente a mí. Antes de caer en un profundo sueño, me acordé que las últimas palabras que Tomás me dijo fueron: "Perdón reina, te amo."
— decime que no es lo que estoy pensando. — le pedí, a mi mejor amigo quien me observaba con lágrimas en los ojos, al igual que yo estaba en este momento — por favor, Mateo, él no pudo hacerme esto.
— ¿el qué no pudo, venderte? — cerré mis ojos al caer en la realidad, las lágrimas comenzaron a deslizarse por mi mejilla, a la vez que Mateó me desataba — sí, pudo. — al desatarme, me abalancé sobre mi mejor amigo, para abrazarlo fuertemente — yo te compré, Julieta. — fruncí el ceño y me separé lentamente de nuestro agarre — perdón.
— ¡¿qué me hiciste?!
— ¡nada, idiota! — se defendió, de mala gana — Tomás necesitaba plata para comprarse droga y lo mejor que se le ocurrió fue venderte a su otro grupo de amigos, los cuales te quieren... — movió sus manos dándome a entender que los amigos de mi novio querían acostarse conmigo — y yo te compré, yo pagué por vos, no iba a permitir que alguno de esos drogadictos te haga daño. — negué con mi cabeza y quebré en llanto, mi principe azul, había perdido la corona, para convertirse en villano — te prometí demostrarte que era un hijo de puta, siento mucho que haya tenido que llegar hasta este punto, pero ahora estás a salvo.
— me vendió Mateo.
— ¿ya terminaste?
Tomás entró a la habitación, dirigiéndose a Mateo, se sorprendió al verme despierta. Apretó sus dientes y escuché como tragó saliva. Lo fulminé con la mirada llena de lágrimas y cuando intenté levantarme para golpearlo, Mateo me frenó. Sabía que con Tomás, esa sería la peor decisión.
— ¡me vendiste, por droga! — le grité, no aguanté más, esto había hecho que toqué fondo de golpe, no podía seguir dejando que me arruinara de esta forma — ¡esto, no te lo voy a perdonar nunca!
— dijiste que a pesar de todo lo que haga ibas a estar conmigo, Julieta.
— nunca pensé que lo peor que ibas a hacer sería contra mí, Tomás.
[02/09/2020]
Eso, fue la penúltima gota que estuvo a punto de llenar el vaso y rebalsarlo. Todavía, me quedan escribir las dos peores.
Pero eso fue lo que había empezado a matarme.
Tomás Campos, me había matado. Me había arruinado.
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Nadir | cro y cazzu
FanfictionEl problema fue que ya se conocían nuestras bocas, no tuve que buscarte, solo fue darme cuenta. Necesito esta situación resuelta; Saber si tu mano y la mía, siguen o se sueltan.