Andrew había llegado temprano para su reunión quincenal con José para estrechar sus lazos amistosos, se sentía tan orgulloso de haberlo logrado por su cuenta una vez.
Con alegría sacó su juego de llaves de la pequeña casita que ocupan para sus reuniones semanales y mensuales con los canadienses, pero que originalmente fue creada para sus reuniones bilaterales.
Abrió la puerta y.... lo que vio fue muy incómodo.
Aiden estaba sobre José dándole besos en el cuello, las manos del británico perdidas en algún lugar debajo de la camisa de su mejor amigo y el susodicho soltando suspiros contentos, como cuando un gatito ronronea al ser mimado.
—Rosita, para...mmhm... Andrew puede llegar en cualquier momento y ... — decía el mexicano con un tono de culpa.
—¿Y enojarme porque te dejas meter mano por el pervertido de Aiden?, pues sí. — dijo con falsa indignación.
Ante eso, el mexicano obligó al británico a apartarse, el cual cedió de muy mala gana y le dedicaba una mirada resentida al estadounidense.
—Ni me mires de ese modo, pervertido, no dejaré que corrompas a Mex así tan fácil. — amenazó Andrew mientras abrazaba efusivamente a su amigo.
Ese ha sido uno de los momentos más incómodos en la vida del estadounidense.
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SITUACIONES
General FictionSi crees que en la convivencia de culturas diferentes no existen los momentos graciosos o incòmodos, mejor preguntale ese cuarteto de norteamericanos que ya llevan acumuladas muchas situaciones de esa índole. Pequeños momentos ocurridos en la conviv...