SITUACIONES

Miedo (Especial 4/5)

Andrew en general no les tiene miedo a muchas cosas, podría decirse que, a casi nada, no tanto porque tuviera una cultura de la valentía o de ir a la aventura así a lo puro idiota, no, él no es México para darle tanto peso a esas cosas emocionales.

Uno de los factores fundamentales por los cuales no tenía miedo era por tener tres tradiciones mágicas bastante oscuras y hasta cierto punto siniestras, otro hecho era la posesión de criaturas de lo más fascinantes y peligrosas, la verdad es que con esos hechos era difícil tener miedo.

Pero si debe ser sincero, el punto determinante para su carencia de emociones, es sin duda, el hecho de ser una nación artificial con fines única y exclusivamente políticos y patrióticos, no hay otra razón de su existencia mas que mantener a la población de inmigrantes unida y tranquila para que trabaje como desquiciada 24/7.

Por lo tanto, las únicas emociones reales que tiene son el estrés, la ansiedad, la frustración, el enojo y la depresión... no, no siente felicidad ni satisfacción, eso sería peligroso, puesto que si algún día lograra estar satisfecho "no sería un buen imperio".

Pero, hay algo que debe admitir que le aterra, tal vez aterrar no sea el adjetivo correcto pues hablamos de sus emociones naturales, dejémoslo en que la posibilidad lo estresa y eleva sus niveles de ansiedad a límites enfermizos y casi demenciales.

¿Cuál es esa posibilidad?, perder a México, a Puerto Rico, a Quebec y a Canadá... perder a su familia.

Sabe de antemano que su personalidad retorcida solo le permite concebir la idea de familia como una dependencia tan enfermiza que no puedan alejarse de él ni aunque lo intentaran con todas sus fuerzas, tal como hacen los imperios con sus posesiones más preciadas, tal como hizo España en su momento con México y Perú y así como lo hizo Inglaterra con India.

Pero ver el espíritu tan libre de México, ver su sonrisa luego de haber intentado suicidarse por dios sepa que vez, ver como la suave curvatura se muestra cuando alguien le hace un desplante o desaire, mirarlo apoyar incluso a quien peor se expresa de él... maldición.

Josh le preocupa más que el resto, es como su cajita musical favorita hecha de cristal morado, parece que resistirá todos los embates, pero eso es solo una fachada muy bien construida, bajo la superficie se encuentran las grietas profundas y dolorosas que no quiere que nadie vea.

Sonríe y se levanta de su asiento, va directo a Josh que se encuentra viendo por la ventana, lo abraza por la espalda y le susurra al oído con voz sedosa.

—Pero yo puedo todas las grietas como tú mi falta de ellas, ¿verdad?

México se tensa por un instante, pero luego se relaja, soltando una curiosa combinación entre un suspiro y un gemido, asiente lentamente y coloca sus manos sobre las de Andrew, una suave sonrisa dibujándose en sus labios.

Andrew no puede sentir miedo, le es imposible, pero la posibilidad de perder esa suave sonrisa le hace experimentar una sensación similar al horror.