Coward ¢ Minsung

011

Casi dos meses habían transcurrido desde aquella fiesta, tiempo suficiente para poder mirar a Minho a la cara sin sentirme el peor amigo del mundo por haberme aprovechado de la situación, también fue el suficiente tiempo para que otras cosas sucedieran, como dos ataques de pánico a Lix, un Changbin que no dejaba de insistir, la graduación de WooJin, ¡oh!, también la novia de Minho.

Me removí en el sillón sin dejar de mirar como Minho continuaba caminando de un lado a otro intentando hablar, simplemente me miraba y luego continuaba con su caminar

—Me estas mareando deja de caminar, las cosas van a salir bien—Reí—Tu padre va a adorar a Yerim, Nana ya lo hace, así que no creo que algo vaya a salir mal.

—Lo sé, pero tú... —Guardo silencio, sabía lo que quería decir con eso.

—Puedo irme—Me levanté del sofá y tome mi teléfono—Le diré a Changbin que pase por mi y luego.

— ¡No!—Colocó su mano sobre la pantalla de mi celular y negó—Han, no, tu preparaste la comida y este también es tu departamento—Suspiró pasando sus manos por mi cintura y escondiendo su rostro en el hueco de mi cuello—Solo—Murmuró—Me preocupa que mi padre te vaya a molestar...

—Se defenderme—Sonreí orgulloso.

—Eso me preocupa más.

Cuando estoy por responder, el timbre le la puerta suena y eso nos hace separarnos.

—Iré yo—Le sonreí—Tu hueles feo, vete a bañar, cochino—Reí.

Minho posa sus labios sobre mi frente y asiente—Si es Yerim, háblale bien de mí, no vayas a avergonzarme—Hizo un puchero—Por favor.

Le di un empujón y asentí—Largo.

Minho desaparece en su habitación y yo me preparo psicológicamente para hablar por primera vez formalmente con la novia de Minho. Abrí la puerta con nerviosismo y contuve la respiración antes de ver a la castaña. Vestía una falda floreada, una blusa blanca y unos zapatos altos celestes, era un ángel con mejillas rosas y labios brillosos.

—Oh, buenas tardes—Sonrió. Demonios, también tenía una sonrisa bonita.

—Buenas tardes—Le devolví la sonrisa—Han Jisung, es un gusto conocerte oficialmente, adelante, linda falda—Me hice a un lado para luego cerrar la puerta después de que la chica la hubiera atravesado.

—Estoy muy emocionada—La castaña acomodó sus cabellos detrás de su ojera y se sentó en el sillón grande—Minho me habla mucho sobre ti, espero estar a la altura—Rasco su mejilla—Creo que sí se nota el nerviosismo, ¿Verdad?

Asentí extendiendo un vaso con jugo en su dirección—Solo un poquito—Solté una pequeña risa—Tranquila, no muerdo, bueno, sí, pero solo cuando me enojo, no me hagas enojar, creo que no me puedes hacer enojar—Junte mis labios y reí— ¿Por qué estoy más nervioso que tú?

Yerim me acompaño con las risas. En realidad era una chica bastante amigable y alegre, sus ojos se hacían medias lunas cuando sonreía, quería ser doctora porque le gusta ayudar a las demás personas, mantiene el promedio más alto en la universidad y da tutorías de algebra a los chicos del instituto cercano.

—No te creo—Chilló divertida— ¿Minho ya no sube a montañas rusas por eso?

Asentí—Desde que esa chica le confesó sus sentimientos ahí arriba, Minho les desarrolló una especie de pavor—Dejé mi vaso sobre la mesita—También porque es un poco cobarde—Reí—Aunque yo también lo soy, en muchas cosas, no lo juzgo.

Yerim asiente sin borrar su sonrisa— ¿Qué hay de su familia?—Suspiró—Mi padre me dijo que el señor Lee es muy estricto, uhg, de pensar en eso, me aterra meter la pata.