En donde MinHo recibe notas de un desconocido para ayudarlo a conquistar a una chica.
-Menciones a otros ships.
-Si no te gusta, simplemente no lo leas.
Las lágrimas que resbalaban por mis mejillas no eran lo que realmente me desagradaba, tampoco era el olor a tierra mojada y mucho menos era el ver a Changbin llorando porque Felix lo había dejado después de que este le hubiera dicho la verdad, el causante de mis lagrimas era Seungmin y su repentina partida, el pequeño bastardito se fue sin decir nada, lo peor de todo es que no contestaba las llamadas, ni kakao, era como si la tierra se lo hubiera tragado y de nuevo, la impotencia se apoderaba de mí.
—Han—Murmura Changbin en un tono casi inaudible.
— ¿Qué? —Gruñí molesto y Changbin se aferra más al cojín que se encuentra entre sus manos.
—Deberías de estar apoyándome en esto momentos.
—Tu deberías de estar arrastrándote en el suelo mientras le insistes a Felix que te perdoné—Me crucé de brazos—Si tienes merecido lo que sucedió.
—Vete a la mierda—Exclamo el azabache saliendo de la casa dejando un portazo de fondo.
¿Había sido muy duro?, no, tenía razón y no dejaría que el sentimiento de culpabilidad me carcomiera la cabeza. Me dejo caer en el sofá donde Changbin estaba anteriormente sentado para luego soltar un pesado suspiro. En realidad, nunca había estado realmente solo, siempre tenía a Han para alegrarme o a Seungmin para que se quejara de todo, ahora sin ninguno de los 2 y con Jeongin en una clínica me hacía sentir el sabor amargo en su boca. Saqué mi teléfono y llamé al único número que parecía coherente.
— ¿Han? —Una voz cuestiono desde el otro lado—Supe lo que paso con Jeongin ¿Cómo están todos?
—Yerim—Aclaré mi garganta—Podrías venir...Yo...—Medité un poco—Me gustaría tomar un café—Aclaré la garganta un poco incomodo—De verdad, necesito hablar con alguien.
—Veámonos en la cafetería frente a tu bar, ¿Te parece?
Era de alguna forma denigrante lo que había hecho, como se había dejado perder y como había dejado que MinHo se llevara todo de él.
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YJ.
Pase mis manos por mis cabellos en un intento de peinarlos, mis manos sudaban horrorosamente y mis piernas se columpiaban inquietamente de atrás hacia adelante, intentar lucir bien era un poco estúpido considerando el lugar en el que me encontraba. Casi tres semanas habían pasado y ahora estaba en una clínica de rehabilitación
Chris se apareció en la sala de visitas con un ramo de tulipanes, sus aretes no estaban y este solo podía morder su labio inferior con nerviosismo.
—Innie... —Murmuró el, ahora rubio de Chan mirándome de pies a cabeza. Yo me sentía totalmente expuesto ante él, peor que si estuviera desnudo, tampoco es como si el abrumador silencio ayudara.
—Channie—Saludé con vergüenza.
—Yo...Uhm, ¿todo bien?, t-te traje flores, ¿te gustan las flores? —Suspiró—Por supuesto que te gustan las flores, ¿a quién no le gustan las flores?, bueno, probablemente a las personas que son alérgicas, idiota—Se regaño, asimismo.
Una sonrisa divertida se formó en mis labios, eliminando cualquier rastro de incomodidad en nosotros—Gracias, Chris—Extendí mi mano y tome las flores—Estoy... estoy en terapia y bueno, hago las cosas mejor.
Chris se inclino y dejó un beso en mis labios—Me alegro de que estés mejor.
