Capítulo 8

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Capítulo ocho

La mañana llegó con amenazas de lluvia, los dos parecieron comprender a una vez lo que se avecinaba y sin perder tiempo preparando desayuno o haciendo cualquier otra cosa, se prepararon con diligencia para ponerse en camino.

Ethan tuvo la balsa lista en poco tiempo y luego de acomodar las mochilas, fue hacia Mel con un chaleco salvavidas, qué él mismo se encargo de ponerle y luego le dio un rápido beso y dijo

-vamos, nos tomará algo más de una hora, llegar lo más cerca de casa; pero la lluvia puede dificultar las cosas

- bien... - ella se acercó dubitativa a la balsa y cerró los ojos intentando borrar los recuerdos que le producían pánico real, de solo pensar en entrar en esa balsa a la fuerte corriente del Payette, en el último minuto, y sintiendo que no podía, logró abrir la boca para decir – Ethan... no... no puedo – y entonces él no necesitó más palabras; supo que ella tenía alguna especie de trauma relacionado con el agua o tal vez con el río mismo

- Mel, mírame; te prometo que no te ocurrirá nada, pero debemos ir por el río; yo cuidaré de ti, no debes temer – ella estrujó sus dedos nerviosa y dio algunos pasos mas hacia la balsa, levantó el rostro para verlo y él, parado en medio con las piernas abiertas para estabilizar la balsa, le extendió una mano y ella la tomó; necesitó de todo el valor que pudo conseguir para dar el paso definitivo y poner un pie dentro, pero entonces las imágenes de ella a punto de ahogarse en el jacuzzi de su madre, una semana después de que ella los dejara, volvieron con fuerza haciendo que volviera a sentir el mismo terror de esa época; gritó sin poderlo evitar perdiendo el equilibrio y a punto estuvo de caer al río, pero cuando se percató, era sostenida por los fuertes brazos de Ethan apoyada contra su pecho - ¡Mel...! Cálmate por favor, todo está bien; iremos caminando, pero trata de calmarte

- no... - dijo ella intentando respirar con normalidad – debemos llegar a casa. Es solo que, tengo un trauma desde mis siete años. No te preocupes, intentaré relajarme – él aún le dio una pequeña caricia antes de ayudarla sentarse en un extremo de la balsa, mientras él ocupaba el otro con los remos en las manos – tal vez deba intentar ayudarte

- ¿estás segura? Creo que con un poco de esfuerzo podré solo

- dame uno de esos remos, algún día tendré que hacerle frente a mis pesadillas – él se lo entregó, pensando en que era lo mejor, y entonces finalmente pudieron ponerse en camino, usando los remos, más para ayudar a mantener el bote en curso, puesto que la corriente era lo bastante fuerte como para moverlos

- este tramo no es peligroso – dijo Ethan por sobre el ruido del agua

- qué bueno – respondió ella intentando relajarse, aunque estaba segura que él lo decía para tranquilizarla. Los minutos pasaban y la corriente se hacía más violenta aumentando el miedo en Melania que se aferraba al remo con tanta fuerza que su manos empezaron a resentirse

- respira profundo Mel, intentaré acercarnos a la orilla; estarás bien – y entonces empezó a llover, y de inmediato fue notorio que no iba a ser una lluvia suave, sino un gran aguacero – mírame Mel – gritó Ethan, en un intento por evitar que ella perdiera el control definitivamente – ¿tienes a alguien esperando por ti en Seattle?

- ¿a que te refieres? Por supuesto que tengo a alguien esperando por mí; allí está mi familia, mis amigas. ¿Por qué lo preguntas? ¿acaso crees qué...? – al parecer ella interpretó mal su pregunta

- no me refiero a eso – Ethan se dijo que era difícil que ella se enojara, gracias a su buen carácter, entonces decidió ser más específico e incluso entrometerse un poco en la vida de ella - ¿tienes algún novio esperando por ti? ¿a quien necesitabas ir a llamar el otro día?

TORPE, PELIGROSA Y ÚNICADonde viven las historias. Descúbrelo ahora