Capítulo diecinueve
Ethan entonces lo entendió todo, pero no quiso decir nada; Melania lo dejó un momento para ir al baño, después salió, tomó la bolsa que había preparado y tomándolo de la mano, lo instó a que se fueran de allí.
Ya en el auto, Ethan condujo en dirección a su casa; los dos debían descansar, pero más la joven que había estado todo el día ocupada y el día y la noche anterior también.
Al llegar, él puso a llenar la tina y esparció sales relajantes en el agua, que estaba lo suficientemente caliente, como para soportarla; después fue por la joven. Que ya se había sacado la mayor parte de la ropa, y permanecía silenciosa; él terminó de desvestirla y tomándola en brazos, la llevó y la metió en el agua, dejándola en seguida por unos minutos sola, esperando que estuviese lo suficientemente calmada, por si quería hablar.
- Ethan - llamó ella luego de unos diez minutos, él entró y se quedó viéndola con ternura
- ¿Estás mejor cariño? ¿Necesitas algo?
- solo a ti; eres todo lo que necesito en este momento
- te llevaré a la cama, luego me daré una ducha rápida y volveré contigo
- está bien; espero que no te haya asustado mi comportamiento con mamá; papá y yo tuvimos que aprender a tener mano dura con ella, de otra manera nos habría arruinado hace tiempo
- no tienes que explicar cielo, pienso que eres muy controlada, incluso ante una situación tan particular – la puso en la cama y le dio un suave beso, enseguida fue por su propio baño; regresó luego de cinco minutos y ella ya se había puesto un camisón y unas braguitas; él se vistió un bóxer y un pantalón de pijama y se acomodó junto a ella
- estoy tan cansada; y haciendo a un lado el incómodo encuentro con mi madre; todo salió de maravilla, Corinne estaba bellísima; y papá se veía tan feliz
- tienes razón; quisiera que pudieras olvidar el incidente con tu madre. Por lo demás pienso como tú, todo estuvo muy bien. Ahora vas a descansar, te quiero ver con muchas energías mañana cuándo nos levantamos.
- está bien; gracias Ethan, por todo – él solo la besó, pensando que era él quien tenía que agradecerle a ella.
Melania despertó muy tarde al otro día, y se encontró sola en la habitación; no pudo evitar preguntarse dónde se encontraría él; pero en cuanto pudo ver alrededor suyo, con mayor claridad, se encontró con varias sorpresas; habían dos plantas No Me Olvides, una en la cómoda y otra en un escritorio junto a la ventana; además había una rosa sobre el nochero a su lado y una campana con una nota junto a ella; la tomó y leyó lo que ponía.
-"Buen día amor, solo toca la campana y tendrás a tu esclavo a tu lado" – ella sonrió y tocó la campana; Ethan apareció casi de inmediato, portando una bandeja con alimentos para los dos – ¡hola preciosa! Al fin despertaste; pensé que iba a tener que iniciar mi propia rutina de baños sobre ti
- ¿ibas a lanzarme agua para despertarme? ¿lo harías? – él puso la bandeja sobre el escritorio y vino a la cama para besarla a gusto
- sabes que no cielo, solo es una broma – la besó con ternura, y ella le correspondió con anhelo, haciendo que Ethan profundizara el beso, sin embargo por decisión conjunta se separaron, aunque sus miradas decían que si que querían seguir besándose – me gusta estar así contigo, besarte y compartir todo el tiempo que pueda a tu lado
Pero para ese momento, y al ser los dos de buen apetito, tanto ella como él, demostraron estar hambrientos, puesto que la comida de la bandeja desapareció rápidamente; después se asearon, y por iniciativa de la joven, regresaron a la cama, ella aún se sentía somnolienta, la semana anterior había sido agotadora, tanto física como mentalmente; era evidente que necesitaba un respiro y por supuesto la presencia de Ethan junto a ella, le ofrecía la perfecta excusa.
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TORPE, PELIGROSA Y ÚNICA
RomanceMel es una linda joven con un carácter amable y noble, de espíritu fuerte y personalidad transparente; luego de finalizar sus estudios, decide alejarse de todo, incluido su adinerado padre y un prometedor empleo, a cambio, se va de voluntaria a los...