Capítulo 22

3.6K 369 32
                                    

Capítulo veintidós

Melania había descansado un par de horas, después de que su padre se llevó a Corinne; la noche se acercaba presurosa y ella empezaba a sentirse intranquila por lo que fuera que decidiera hacer su padre, a fin de arreglar las cosas con Ethan. Decidió que para dejar de preocuparse, lograr distraer su mente, sería mejor si encontraba alguna cosa en que ocuparse. Bajó a ver qué podía hacer mientras recibía noticias de su padre y fue a dar a la cocina con Rupert, y aprovechó para hacer que el cocinero le enseñara a preparar otro tipo de platos, mostrando un verdadero interés por aprender.

Cenó junto con Corinne, compartiendo un poco más acerca de la vida de cada una, antes de conocerse. Corinne le contó a Melania las razones por las que no se había casado hasta que conoció al padre de esta; Jefferson había logrado en poco tiempo lo que ningún otro hombre, pues con su sola mirada, transmitía seguridad y calma; parecía que con él ninguna tormenta podría ser peligrosa o duradera.

Al finalizar la cena, Melania fue a caminar un rato por los jardines y entonces su móvil, alertó sobre un mensaje que estaba recibiendo; lo tomó con algo de ansiedad y abrió la bandeja para ver lo que ponía; al momento se percató de que era de Ethan y sin poderlo evitar su corazón aceleró los latidos y su sangre pareció fluir con mayor rapidez. El mensaje era una clara muestra, de que el amor del joven por ella era muy fuerte y que no estaba dispuesto a rendirse, por ningún motivo.

-"amor, sé que mi partida pudo haber despertado incertidumbre en ti, pero no estoy huyendo, ni me estoy alejando por un motivo diferente al que ya tú conoces; lo cierto es que quiero darle solución a algunos inconvenientes que tengo en la montaña; adelanté mi partida por un día, porque pienso que de esta manera puedo regresar más pronto a ti. Te amo con locura, tu recuerdo me acompaña en el camino, quisiera tenerte a mi lado en todo momento y juro que haré que eso sea posible; espera por mí cariño, estaré contigo muy pronto y nada ni nadie nos podrá separar. Perdón por no despedirme, pero no me sentí con fuerzas para hacerlo. Tuyo, Ethan."

Melania sonrío enamorada, sabía que Ethan no podía haberse rendido; no importaba que le hubiera dicho su padre, lo más importante para él era ella, lo mismo que para ella era él. Se amaban y eso era mucho más fuerte que cualquier otra cosa.

Eran cerca de las nueve de la noche, decidió que iría a conversar un poco más con Corinne, antes de dormir; esto debido a que no se creía capaz de conciliar el sueño, no todavía.

Encontró a su cuñada cepillándose el cabello frente al tocador y fue y se sentó en el sillón pie de cama, pero cuando fue a decir algo, la otra mujer viéndola por el espejo, le sonrió y le dijo

- pareces más feliz que durante la cena ¿Algo ha cambiado? ¿Recibiste noticias?

- ¡Oh! Ethan me escribió un mensaje; todo está bien – siguió sonriendo sin embargo, haciendo que la otra mujer la viera con cariño

- apreció tanto ese amor que sientes por mí hermano. Eres justo lo que siempre soñé para él

- y él es justo lo que siempre soñé para mí – dijo Melania con seguridad

- hay algunas cosas que aún no tengo claras – dijo Corinne de pronto – he pensado en eso después de conocer parte de tu historia con mi hermano. Todo lo que vi y lo que tu misma me has contado; lo que él se atrevió a decirme, confesando lo mucho que te ama

- ¿De qué se trata? Te has puesto increíblemente sería de pronto

- tú has confesado que las cosas entre él y tú estaban tan bien; que si no fuera porque él te pidió que te fueras, no habías regresado; al menos no en el momento que lo hiciste

TORPE, PELIGROSA Y ÚNICADonde viven las historias. Descúbrelo ahora