TORPE, PELIGROSA Y ÚNICA

Capítulo 9

Capítulo nueve

Después de comer, lo que les resultó absolutamente satisfactorio en muchos sentidos, se separaron en la planta alta para cada uno poder tener el merecido descanso.

Ethan intentó dormir, pero le estaba costando un poco de trabajo; después de una hora de dar vueltas en la cama, sin lograr apartar su mente de su especial compañera de casa, decidió ir a la habitación de ella, y comprobar que estuviese descansando, o si le estaba ocurriendo lo mismo que a él.

Salió de su cuarto y se dirigió al de ella, no tocó, después de todo, la idea era que si ella estaba dormida, él no la despertara. Intentó abrir la puerta suavemente, pero esta se abrió con ímpetu y la chica que buscaba, vino a caer de sopetón entre sus brazos.

- ¡vaya! Si hubiera sabido que me esperabas, hubiese venido antes. Qué pena que no trajera una bebida conmigo

- Ethan, iba a salir a buscar algo de leche; estoy agotada y sé que debo dormir, aunque sea de día; el asunto es que... - Ethan la silenció besándola durante unos segundos, más feliz de lo que podía expresar, de que a ella le estuviese ocurriendo lo mismo que a él

- tampoco yo he podido descansar; por eso quise venir a ver si tu si dormías y como no es así, intentaremos ponerle remedio a eso

- ¿ah sí? ¿y de qué manera te propones hacer que los dos podamos dormir? – en cuanto lo dijo se ruborizó pensando en que eso había sonado algo insinuante – es decir... ejem... - el rio divertido por la confusión de ella

- tranquilízate. Ven, quiero que me cuentes esa historia tuya detrás del trauma que nos concedió hoy un buen chapuzón en las aguas del Payette – la empujó hacia la cama y después de hacer que se recostara, acercó una silla a la cama y se sentó

- ¿de verdad te sentarás en una silla a escucharme? Tú también estas cansado; asumo que no hay ningún problema ni estaríamos rompiendo alguna antigua regla de etiqueta, si te recuestas aquí – se pasó al otro extremo y él, sin cuestionar la sugerencia, se recostó en la cama y vuelto hacia ella, le dijo

- bien; no es una propuesta que quiera rechazar – acercó su rostro y le dio un corto beso en los labios – eso sí, puedo caer dormido antes que tú; entonces, adelante, te escucho

- bien; es una historia complicada; mi padre es un hombre bueno, que no ha tenido mucha suerte con las mujeres; de hecho creo que mi madre fue la peor de todas las que ha tenido. Estuvo casada con mi padre cerca de ocho años, pero durante ese tiempo, creo que lo engaño con varios hombres; el último de ellos, y con el que se fue dejándonos a mi padre y a mí, cuando yo tenía siete años, era el de mantenimiento de la piscina. Vivíamos en Jacksonville Florida, en los suburbios; teníamos una casa bonita allí. Papá estuvo mal esos primeros días, yo también pero a mi pena, se sumaba el distanciamiento de mi padre – respiró profundo sabiendo que después de la experiencia en el Payette, estaba mucho mejor, mas relajada en cuanto a los eventos que marcaron su vida – mi madre tenía un baño impresionante; era todo un lugar privado y único para ella; era espacioso y finamente decorado, tenía varias secciones y una maquina de secado corporal; el jacuzzi estaba en su propia sección, bajo un par de arbustos bien cuidados. Nunca me dejó entrar a su baño; por eso cuando se fue, en un acto de rebeldía, entré a su baño y fui directamente al jacuzzi y sin pensar en lo que hacía, me metí y de inmediato resbalé; al tratar de asirme, accioné algunos botones del mecanismo y se desconfiguró empezando a realizar varias acciones; lo primero fue que el agua jaló de mi con fuerza atrapándome en el fondo y luego empezó a girar bastante rápido para mi menudo cuerpo; intenté salir pero un tirante del bañador se enredó en uno de los orificios del fondo; creo que para ese momento ya estaba en shock, no podía pensar y entonces me di cuenta que estaba tomando tanta agua como era posible. – se detuvo allí y respiró profundo; Ethan le pasó los nudillos por el rostro, y entonces ella se dio cuenta que había vuelto a llorar, él le estaba secando las lágrimas