Capítulo 3

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Capítulo 3

Melania Hunter salió de casa de su padre, a bordo de su nuevo auto; la noche anterior habían visto la película que ella y su padre amaban ver, pero que por lo menos ella esta vez no había disfrutado ¿la causa? El sujeto de los maravillosos ojos grises, estaba detrás de ellos, y la pelirroja acompañante, no tenía intención de ver la cinta, se la había pasado besándolo y tocándolo de manera seductora, y ella Melania, no había podido evitar volver su cabeza un par de veces, y a pesar de la penumbra, había topado su mirada con la de él.

Habían salido del cine y ella no había tocado sus dulces, sin embargo su padre se veía bastante tranquilo, hasta parecía que el hecho de que ella se fuera al otro día, se le hubiera olvidado por momentos.

Se había despedido de sus amigas el sábado, para evitar más momentos emotivos, y aunque Sasha se lo tomó resignada, Aleida por su parte, estaba un tanto triste y enojada; sin embargo, le había dado un gran abrazo y luego le había dado la espalda.

En fin, ahora ella, después de una despedida un tanto apresurada, salía de casa con la promesa de que llamaría al llegar; se puso los lentes, se caló un sombrero, accionó el contacto y emprendió su viaje.

Portland la recibió luego de más de tres horas de viaje; había reservado lugar de alojamiento cerca del zoológico, se dirigió hacia allí sin demora, estaba agotada después de tanto tiempo conduciendo.

Al día siguiente se presentó con el contacto de la fundación, para empezar a trabajar en el asunto que la había llevado hasta allí. El propósito de la fundación, a la que ella se había inscrito, era adelantarse a los estragos acaecidos a la costa este, ellos se habían confiado y el puma Concolor, estaba ya casi extinto en toda su zona, salvo algunos ejemplares en Florida. Por esta causa, trabajaban incansablemente en probar al gobierno que si no se ejercía un mayor control, el puma estaría pronto, en verdadero peligro.

Por los siguientes días, se concentró en conocer física y directamente al maravilloso felino; los dos animales con los que tuvo el placer de compartir, acompañada de cuidadores expertos, eran extraordinarios; sería una tragedia si alguien no hacía algo para salvarlos.

Cuando completó las dos semanas, se preparó para salir de Portland, en dirección al norte de Idaho, cerca del bosque nacional Payette; debía buscar a un hombre que era dueño de una especie de granja en las cercanías de Cascade; esperaba que la fundación se hubiera puesto en contacto con el sujeto, para que no hubiesen inconvenientes.

Era un largo camino hasta allí, pero debía hacerlo; esperaba que no hubieran inconvenientes durante el viaje; iría desde Portland hasta cerca de Boise Idaho, serían más de seis horas, eso contando con que el tráfico por la interestatal 84 oeste, no estuviese demasiado pesado; después serían cerca de dos horas por la estatal cincuenta y cinco hasta Cascade; esperaba llegar antes de que se hiciera de noche.

Salió cuando apenas el sol dejaba ver un tenue resplandor por entre las nubes, después de una noche de lluvias; condujo desde su ubicación hasta salir a la autopista, dirigiéndose luego a buena velocidad a su destino; paró un par de veces durante la mañana, una para desayunar unos panqueques con jarabe y otra para refrescarse, ir al servicio y estirar las piernas.

Llegó a Boise sin problemas y solo se detuvo para buscar agua y algunos bocadillos para el camino; había estudiado la ruta por la cincuenta y cinco y se dijo que no perdería un detalle del paisaje, por mucho que quisiera llegar pronto a su destino y descansar.

Continuó su camino sintiéndose exhausta de tanto conducir, le parecía que había conducido toda su vida; paró a comer en Cougar Mountain Lodge, y luego de darse un festín de comida casera, hacer algunas tomas fotográficas, reinició su marcha; había hecho tantas paradas después de encontrar el río, que cuando llegó a Cascade, la noche se acercaba apresurada.

TORPE, PELIGROSA Y ÚNICADonde viven las historias. Descúbrelo ahora