Capítulo 20

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Capítulo veinte

El almuerzo con Jefferson y Corinne fue entretenido; Lane también estuvo presente y al terminar, Melania les dijo a los dos hombres mayores

- antes de que vuelvan a sus labores, necesito una reunión con los dos en el despacho

- está bien cariño – dijo Jefferson – pero ¿Ha de ser ahora? Estaba pensando mejor en una siesta

- ha de ser ahora; y sé que debe ser a causa de la visita del sábado en la noche que tuvo que atender Meli – puntualizó Lane

- así es; es mejor salir de eso de una vez, creo que ustedes dos me han estado ocultando información – Jefferson y Lane compartieron una mirada significativa y luego se levantaron

- bien, vamos – se disculparon con Ethan y Corinne y se retiraron – aquí estamos hija ¿Qué es lo que sucedió el sábado? ¿Es verdad que Laila estuvo en la boda? – preguntó Jefferson

- por supuesto que estuvo; la encontré merodeando en tu cuarto, no sé cómo se las arregló para ingresar pero ya le dije a Randolph que debe verificar en donde estuvo la falla - afirmó Mel

- estoy de acuerdo contigo – aprobó Lane – una falla cómo esta, no puede pasarse por alto

- asegúrate de que se dé con el culpable – esta vez Jefferson se dirigía a Lane

- lo que yo quiero saber, es porque ustedes dos me ocultaron que ella me estaba buscando; ya no soy una niña, y si lo fuera, aprendí cómo tratar con ella; no quieran protegerme

- realmente no estábamos protegiéndote; no te lo dijimos porque no nos pareció importante; ella sólo llamó un par de veces preguntando por ti – explicó Jefferson

- asumimos que no era para algo importante, si te buscaba a ti tenía que ser por dinero – ahora era Lane – no creímos que fuera algo grave, o que de repente le hubiese despertado el instinto maternal

- está bien; en todo tuvieron razón, me buscaba porque necesita dinero para una cirugía estética – los dos hombres sacudieron la cabeza en negación, estaban indignados al comprobar, las razones por las que Laila buscaba su hija – pero para evitarnos más sorpresas desagradables, es mejor que me pongan al tanto de cualquier situación que se presente; no quiero que me vuelva a tomar por sorpresa

- está bien tú ganas; si se presenta la ocasión de lo diremos – aceptó Jefferson; luego se sentó tras su escritorio, ya que hasta ese momento, los tres estaban de pie; Mel y Lane lo imitaron – cambiando de tema, creo que ya es hora de que me cuentes, de qué va lo tuyo con Ethan

- a Ethan lo conocí un mes antes del encuentro en el cine; desde luego me sentí atraída por él, pero nuestros encuentros siempre estaban marcados por un baño de alguna bebida de mi parte hacia él; esa vez en el cine era la cuarta vez que le arrojaba una bebida encima

- !Vaya! – dijeron los dos a un tiempo y Jefferson continuó – por lo visto yo estaba equivocado, pensé que esa vez en el cine, había sido la primera vez que se veían

- no, no lo era. Cuando me fui de aquí al día siguiente de nuestra salida; estuve en Portland por dos semanas... – se detuvo pensativa y Lane la animó a continuar

- ¡Vamos Mel! Ya es hora; no va a enloquecer por conocer la verdad

- ¿De qué verdad habla Lane?

- verás papá – Melania se levantó y empezó a caminar un poco nerviosa – lo que ocurre... La verdad es que yo me fui de aquí, escapando de tus planes; sabía que me habías mandado a preparar un gran despacho en tu empresa, Y qué querías que yo me instalara allí para trabajar a tu lado; sé que te motivaban las mejores intenciones, pero yo no quería enclaustrarme en un lujoso despacho, eso no es lo que yo he pensado para mi vida; sí quiero estar a tu lado, sí quiero que seas parte de mi vida, y yo ser parte de la tuya; pero esa vida de oficina no es para mí, yo soy muy poco sociable, más bien un tanto ermitaña y salvaje; por eso prácticamente escape de ti

TORPE, PELIGROSA Y ÚNICADonde viven las historias. Descúbrelo ahora