capítulo 13

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Capítulo trece

Melania había descansado durante un tiempo y después se había levantado, solo para darse cuenta que Ethan no había regresado; decidió hacer la cena, usando el libro y algo de lo que había visto hacer a Ethan.

Consiguió un buen guisado de carne y unas pastas, que tenían buena consistencia, esperaba que a Ethan le gustaran, porque a ella la apariencia de la comida y su aroma, le dejaba muy satisfecha. Y entonces escuchó el ruido del camión al llegar, de inmediato un delicioso estremecimiento la recorrió por completo; salió corriendo de la cocina y ya en el patio, le sonrió al muchacho que aun no bajaba del auto, pero entonces apareció Jango a un costado, y la joven se volvió hacia él, y entonces el animal se recostó sobre su barriga con sus patas delanteras extendidas hacia adelante; Mel se emocionó ante la evidente demostración de amistad del felino hacia ella; aparentemente se olvidó de Ethan y se acercó a Jango, e inclinada le pasó una mano tras las orejas y luego hacia el cuello rascándolo suavemente.

-pensé que tu felicidad era conmigo – dijo Ethan fingiendo seriedad - ¿me vas a decir que prefieres a Jango que a mí?

- ¡oh Ethan! Este es un momento solemne; acabo de ser aceptada por este hermoso felino

- yo te acepté desde que llegaste; hubiera podido sacarte de mi cabaña, con la excusa de tu torpeza – y Mel se levantó olvidando por un momento a Jango, y lo encaró fingiéndose dolida

- aún me puedes echar... - pero luego corrió y se lanzó a sus brazos envolviéndole la cadera con las piernas. Ethan era fuerte, pero vio que no corría peligro si se dejaba caer y eso hizo, pero mientras tanto, se apoderaba de la boca femenina en medio de las risas de ella; Jango y Tamima se acercaron viéndolos con curiosidad; entonces Ethan se sentó con ella sentada a horcajadas sobre él y llamó a Tamima

- ven linda, puesto que para esta hermosa chica es más importante Jango... - la puma se acercó a Ethan y Jango no se quiso quedar atrás, entrando al juego que parecía divertido

- ¡Ethan! – Mel estaba complacida, todo eso era mucho mejor de lo que ella había pensado - ¡son tan hermosos!

- lo son – se habían revolcado un poco con los dos felinos y los habían mimado y acariciado tras las orejas, ahora los pumas iniciaban su propio juego cerca de ellos y el Joven se puso de pie y luego levantó a la joven – ven, creo que ellos dos van a querer tiempo a solas

- ¿de que hablas? – pero se dejó llevar al interior de la cabaña

- Irina me comentó que Tamima estaba extraña, creo que está en calor; es probable que Jango se haga cargo – la besó y luego agregó – debo hacer la cena ¿me ayudas?

- pues lamento decirte que no, no voy a ayudarte - estaban cerca de la cocina, Ethan abrió la puerta y el aroma a comida llegó hasta él e inundó sus fosas nasales - no te ayudaré porque ya la hice, y sin tu ayuda

- ¡Vaya! Que bien; esto huele, - se acercó a la estufa y destapó un sartén - y se ve delicioso - se volvió a ella y la besó complacido - eres insuperable; vamos a comer

- creo que le he estado huyendo a la cocina innecesariamente; no es tan terrible - Ethan sirvió los platos de pasta y llevó el guiso de carne a la mesa, con una jarra de té helado

- sabe muy bien Mel, te felicito – estaban comiendo y por la cara de Ethan, Mel de verdad lo había logrado. Un poco después habían terminado y se levantaron de la mesa para recoger – Mel, de verdad estaban muy ricas tus pastas

- Gracias Ethan, y sí, creo que estaban buenas. ¿crees que hay problema si salgo a caminar alrededor de la cabaña? Aún es temprano para ir a la cama

TORPE, PELIGROSA Y ÚNICADonde viven las historias. Descúbrelo ahora