Capítulo 28

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Capítulo veintiocho

Todo el lugar se inundó de los gritos, los aplausos, los silbidos de la gente presente; Ethan bajó de dónde se encontraba y se dirigió hacia su prometida, siendo seguido por la luz de los reflectores, llegó a su lado y poniendo una rodilla en el piso, le puso un hermoso anillo en su dedo; luego se levantó, con la mano de ella entre las suyas y la instó a ponerse de pie, para luego besarla con devoción; siendo ovacionado por toda la concurrencia. Después de besarla a gusto durante algunos minutos, Ethan se volvió a los presentes y anunció

-¡gracias a todos! ¡las siguientes rondas van por mi cuenta! – el alborozo ante sus palabras, le hizo reír y tomando a Mel entre sus brazos nuevamente, hizo lo que más le complacía en ese momento, besarla con agrado – te amo preciosa

- felicidades hija – Jefferson se había acercado hasta estar al lado de su hija, sorprendiéndola gratamente; por supuesto, Corinne estaba a su lado

- ¡Vaya! ¡también están aquí! ¡que lindos! – aún persistía algo de emoción por los momentos vividos, a causa del fino detalle de Ethan

- no podíamos faltar – respondió su padre – eres mi única hija; no perdería el que tu novio te pidiera matrimonio por nada del mundo

- conque este es el lugar en el que se conocieron ¿eh? – comentó Corinne sonriendo mientras le daba un abrazo de felicitaciones – y estoy segura, que no es un lugar frecuente en su estilo de vida. Bien dicen que algunas de las mejores cosas, nos ocurren en los lugares menos esperados – ahora abrazaba a su hermano; este solo sonrió y asintió, para de inmediato, regresar con su prometida

- quise que las personas importantes en nuestras vidas y en nuestro primer encuentro, estuvieran presentes; no me fue posible encontrar a las dos chicas con las que estabas esa noche; lo único que sé, es que se fueron del país por trabajo; una a Londres y la otra a Rotterdam

- ¡Vaya! No pensé que se fueran sin despedirse; no hace tanto que nos separamos. Ellas no querían que fuera a las montañas – recordó con pesar

- qué bueno que no lograran convencerte – la besó y se apartó de los demás para bailar un poco con ella – de otra manera, tal vez no estaríamos juntos – ella se le recargó en el pecho, no quería pensar en la posibilidad de no estar con él; luego de un par de minutos, levantó el rostro y le dijo

- Ethan... Yo... ¿Cuándo quieres la boda? Es que yo... – ella nunca dudaba para hablar, o le daba tantas vueltas a algo, pero en ese momento parecía indecisa – sabes que podría estar embarazada ¿Verdad? – él la besó con ternura, quería hacer que estuviera tranquila

- lo sé amor; desde que vine a la boda de mi hermana, no he vuelto a usar preservativo. No quiero sonar irresponsable, pero esa vez no podía pensar en nada que no fuera estar dentro de ti

- lo sé; no te culpo, no era solo tu responsabilidad. Es solo qué, si de verdad me embaracé...

- eso solo sería mi culpa

- no Ethan, yo quiero hijos; lo que no quiero es casarme con mi vientre crecido y tampoco quiero esperar hasta que nazca ¿Me entiendes verdad?

- por supuesto que te entiendo; nos casaremos muy pronto, luego iremos a Bora Bora con Corinne y tu papá, que no tienen inconveniente en que hagamos un viaje de boda doble; luego de eso regresamos a casa y estaremos a tiempo para el nacimiento del hijo de Tamima y Jango

- ¡Oh mi Dios! Ya quiero que llegue ese momento – se besaron nuevamente, felices y agradecidos por estar juntos

La celebración se extendió por algunas horas más y luego salieron de allí, Corinne y Jefferson se habían marchado una hora antes y ahora lo hacían ellos, un poco después de la medianoche.

TORPE, PELIGROSA Y ÚNICADonde viven las historias. Descúbrelo ahora