Una Historia Diferente De Cazadores De Sombras

Entrenamiento

Clary se había despertado a las 5am, había hecho su rutina de ejercicios y se fue a bañar. Por suerte cuando golpearon la perta ya estaba vestida. Se había puesto un top deportivo y un short negro.

-Pase- dijo.

La puerta se abrió y entró Jace.

-Hola-Le dijo. Se quedó frío. Clary estaba vestida con un top deportivo que le dejaba ver todo su abdomen. Tenía un six pack perfecto. Bajó disimuladamente su mirada y se encontró con aquellas cicatrices de las que le había hablado anoche. Le cubrían toda la pierna. Notó que Clary tenía vendada la mano derecha. Pero no le dijo nada,
ya le preguntaría luego.

Incluso con todas esas cicatrices era hermosa. Pensó él.

-No te ví en el desayuno, pensé que quizás seguías durmiendo- Comentó Jace.

-No suelo desayunar-dijo ella-Por lo general en la mañana me dedico a entrenar. Estaba yendo a la sala de entrenamiento.

Jace abrió la boca para hablar, pero Clary no le dejó.

-Ni se te ocurra entrenar. Tu herida no está curada todavía.

Jace hizo una mueca de desilusión.

-Bueno-Dijo Clary- Creo que eres de los que no se quedan quietos. Puedes venír conmigo a entrenar y podemos hacer ejercicios que no afecten tu herida.

Jace sonrió y se fueron a entrenar.

Habían estado entrenado por 3 horas, cuando Clary le dijo que habían terminado. Jace estaba muy cansado, a diferencia de Clary.
Ella se había puesto a practicar movimientos con cuchillos.

Clary se dio cuenta de que Jace la estaba observando por lo que empezó a exhibirse. Hizo sus mejores movimientos. Cuando estaba aterrizando de uno de sus saltos, se abrió la puerta de la sala.
Era Izzy. Ella le sonrió.

-Hola- le dijo a Izzy.
Ella le devolvió el saludo y de dirigió a Jace.

-Hermanito, ¿por qué no estás entrenando?

-Resaca- Le dijo él. Clary sabía que no era cierto, pero no dijo nada. Le preguntaría en otro momento.

En ese instante, Izzy le lanzó una daga. Ella la esquivó fácilmente y le sonrió.

Le hizo una seña para que se pusiera más cerca y empezaron un combate cuerpo a cuerpo.

Izzy era muy buena, pensó Clary. Le gustaba esto de entrenar con una chica. Nunca lo había hecho.

Izzy parecía estar igual de divertida que ella. Estuvieron combatiendo como media hora hasta que Clary logró tumbarla en el suelo. Le había costado bastante, pero lo logró.
Le tendió la mano a Izzy, para ayudarla a levantarse.

Siguieron hablando acerca de combate, dagas, y ropa hasta que sonó el reloj que dio la una.

Era hora de bajar a almorzar.