Una Historia Diferente De Cazadores De Sombras

Prólogo.

Clary era de las mejores cazadoras de sombras de su generación. La había entrenado el gran Valentine Morgenstern y había estudiado de todos los libros que existían acerca de demonios y cuchillos.
Por eso era de esperar que cuando terminó sus estudios fuera la mejor.

Había nacido en Londres pero hablaba en un perfecto español, por eso cuando terminó sus estudios decidió ir de intercambio al instituto de Madrid.

No era un viaje muy largo por lo que Clary se lo pasó leyendo. Pero no se podía concentrar. Estaba preocupada por su estadía en Madrid. No conocía a nadie. Ella había estudiado español desde muy chica. perole gustaba. Era el idioma que se hablaba en Idris. Siempre tuvo el sueño de conocer aquella ciudad, pero su padre no le dejaba ir. Por lo que decidió estudiar español para en un futuro, cuándo no viviera con su padre, pudiera ir.

Cuando bajó del avión, luego de recoger su equipaje, esperó a la persona enviada por el instituto. Ella no conocía su apariencia, pero supuso que se daría cuenta de quién era por su aspecto. Esperaba ver a alguien vestido de negro, con runas en todos lados. Pero cuando lo vio quedó atónita. Él era rubio, con unos ojos de un color celeste como el cielo, tenía unos pómulos que resaltaban toda su belleza y como todo cazador de sombras tenía un cuerpo muy musculoso y lleno de runas.

Él se fue acercando a ella, y cuando estuvo tan cerca como para poder hablar se presentó.

- Mi nombre es Jace Herondale y si no me equivoco tú debes de ser Clarissa Morgenstern, ¿verdad?

Clary salió rápidamente de su estupor y asintió con la cabeza.

-Muy bien - dijo Jace - Entonces sígueme.
Mientras Jace iba abriéndose paso entre una gran cantidad de mundanos, iba pensando en lo hermosa que era Clarissa. Él había estado con muchas chicas pero nunca había visto a alguien tan linda como ella.

Jace tenía una auto esperando por ellos, le abrió la puerta y cargó el equipaje en la valija.
Luego se dirigió a Clary con una sonrisa y le preguntó.
-¿Habías estado alguna vez en Madrid, Clarissa?

- No. - dijo Clary- Quizá podrías enseñármelo luego. Ah y por favor llámame Clary.

-Muy bien, Clary será.