Una Historia Diferente De Cazadores De Sombras

Preocupaciones

Habían pasado unos días desde que había creado el portal. No lo había vuelto a probar, solo volví al campanario en busca de las cosas que habían quedado ahí. Lo raro es, que no pude encontrar el dibujo del beso. No le di mucha importancia y seguí con mi semana.

Era viernes y estaba muy abrumada. Como parte de mis estudios en el Instituto tenía que aprender a dominar otra arma que no fuera mi fuerte. La mía eran los cuchillos por lo que me quedaba arqueria y látigo. Había estado probando las dos toda la semana, no me terminaba de gustar ninguno. Además de todo esto también quería sacan a John de casa y traerlo al Instituto. Había pensado un plan, pero tenía que encontrar la oportunidad para ponerlo en marcha.

En la noche decidí ir a cazar demonios, era la mejor forma de aclarar mi mente. Decidí ir al Pandemonium, ahí seguro que me encontraba a unos cuantos. Me puse un vestido negro y unas botas de plataforma y me fui. Eran las 12pm por lo que estaba lleno. Por suerte me puse un glamour por lo que no hice cola, entré sin que nadie me viera.

Esta vez fue más difícil que los demonios se me acercaran. Ya había estado en la barra, había tomado unos shots, había bailado en la pista y había caminado por ahí sin éxito. Ya eran las 3am cuando ya me disponía a ir a tomar algo más a la barra. Pero nunca llegué, antes sonaron unas campanadas. Luego una fuente surgió del techo rociando a todos los integrantes con una sustancia plateada, intenté cubrirme bajo un alero pero había otro aspersor debajo que me mojó toda. Reconocí la sustancia, era una mezcla que se hacía con yin fen y polvo de hadas.

No me dio tiempo a reaccionar, dos demonios se me acercaron enseguida. Yo sabía que la droga actuaba rápido, por lo que no perdí tiempo y antes de que los demonios se pasaran de la raya saqué las dagas de dentro de mis botas. El primer demonio se abalanzó sobre mí. Le apuñalé en donde estaría su estómago si fuera humano y se desintegró. El segundo era más fuerte. Tenía, además de sus brazos una cola con aguijones. Se lanzó contra mí estrellándome contra el piso, el golpe fue fuerte y ya me estaba afectando la droga por lo que me quedé tendida en el suelo. Él revoleó si cola para tocarme con sus aguijones pero esta vez sí reaccioné y rodé hacia la derecha. Me paré rápidamente y lancé uno de mis cuchillos. Acerté, el demonio cayó al suelo. Me di la vuelta para irme. Ya había caminado un trecho cuando algo se me incrustó en la espalda, a la altura del hombro. Era la cola del demonio que, con su última fuerza, me atacó. Extraje el aguijón mientras le lanzaba mi otra daga. Esta vez el demonio se desintegró.

Caí de rodillas al piso. Entre la droga y el veneno del aguijón estaba muy débil. Me puse de pie con un gran esfuerzo. Salí del Pandemonium y me dirigí al Instituto. Todo me daba vueltas. No podía pensar con claridad y me costaba mantenerme de pie. Me concentré en llegar al Instituto.

Por fin estaba en la verja, ya no podía más. Estaba luchando por no desmayarme y abrir la puerta al mismo tiempo. Estaba haciendo mucho ruido con la verja. Yo estaba en blanco, no la podía abrir. Por suerte Izzy me escuchó y salió a mi ayuda. Abrió la verja y puso uno de mis brazos sobre sus hombros. Yo solo dejé que la oscuridad me abrazara. Sentí el piso cuando mis rodillas chocaron contra él y luego todo era oscuridad.